BENIDORM. Uno de los favoritos al triunfo final en la Vuelta 2011 reconoció que "siempre se cometen pequeños fallos" pero en general calificó como bueno el resultado obtenido, a pesar de haber cedido algunos segundos con sus rivales más directos, como los veinticuatro que se dejó por las calles de Benidorm frente al vencedor de la edición anterior, el italiano Vincenzo Nibali (Liquigas-Cannondale).

El vizcaíno aseguró que esta primera etapa contrarreloj por equipos era "para romper el hielo" en un trazado técnico en el que algunos de sus rivales se dejaron bastante más tiempo del esperado en un principio.

Antón recordó que la pasada edición de la Vuelta, en la que se tuvo que retirar cuando era líder, tras sufrir una aparatosa caída, tenía "unas piernas excepcionales" y no sabe si llegará a "ese nivel". "Pero con peores condiciones también he hecho cosas", añadió.

Aunque todavía quedan bastantes días de competición para finalizar la temporada, el balance que hace de los resultados de su equipo, con dos triunfos parciales en el Giro y uno en el Tour, es "muy bueno y los objetivos se están cumpliendo".