no son pocos los que cuestionan la solidez y la fiabilidad estructural de la Liga de Fútbol Profesional, el organismo que rige los designios del fútbol español y en el que se ven representados los clubes que compiten en Primera y Segunda División. Desde luego, su presidente, quien fuera máximo dirigente de la Real Sociedad, José Luis Astiazaran, se ha convertido en los últimos años en centro de las críticas, y con declaraciones como la que realizó ayer tras la reunión no parece que vaya a ganar en popularidad.
"Es cierto que hay equipos con problemas con sus jugadores por causa de los impagos", admitió Astiazaran, quien aseguró que no son más del 20% de futbolistas, lo que comparado con la cifra del paro que existe en España le permite asegurar que los trabajadores del sector, incluso los que siguen sin percibir su sueldo, están en mejores condiciones: "Al menos los futbolistas tienen trabajo", se descolgó.
El presidente de la LFP, para quien la huelga es "absolutamente injustificada", aseguró que la AFE "ha tensado mucho la cuerda" y descartó cualquier posibilidad de que la situación se solucione antes del fin de semana. De hecho, ayer a última hora de la tarde Loterías y Apuestas del Estado suspendió "definitivamente" la venta de la Quiniela y el Quinigol, como consecuencia directa del anuncio de la huelga.
Astiazaran, pese a todo, aseveró que la LFP seguirá estudiando posibles salidas y se reunirá con los representantes de los jugadores para evitar que los paros afecten también a la disputa de la segunda jornada del campeonato.