Duración: 38 minutos de juego; 14 de juego real.

Saques: 1 de Olaizola II.

Pelotazos: 317 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 13 de Olaizola II, 1 de Albisu, 4 de Gonzalez y 1 de Zubieta.

Errores: 1 de Olaizola II, 4 de Albisu, 3 de Gonzalez y 4 de Zubieta.

Marcador: 0-2, 1-4, 2-5, 4-8, 5-9, 13-9, 21-10, 22-11.

Incidencias: Buena entrada en el Aritzbatalde de Zarautz.

vitoria. Fue recomponerse Jon Ander Albisu de un inicio dubitativo y acabarse el duelo. Así murieron Sébastien Gonzalez y Aitor Zubieta, que acusaba los rigores de un verano ajetreado en el que se le han juntado los partidos; no en vano, el manista de Etxarri-Aranatz jugó el jueves por la noche en Covaleda -a tres horas de camino en coche- y sin apenas descanso tuvo que comparecer en el Aritzbatalde. Este cansancio acumulado, con pocas horas de sueño por delante, pasaron factura al magnífico zaguero, que solamente pudo aprovechar para gozar cuando su rival fallaba. Una vez encajado los engranajes físicos Albisu, al ataundarra le empezaron a entrar las pelotas en la mano e inició el asalto a la semifinal. Corría el 4-9 y antes, Aimar no podía deslumbrar en los cuadros alegres y Gonzalez apuraba sus opciones en materia rematadora sin apenas respiro.

Pero una vez que el joven guipuzcoano cogió las riendas de la zaga, el menor de los Olaizola inició su escalada. Incisivo como un sable, el de Goizueta puso y dispuso el arte y el ensayo de su vis competitiva al servicio de la pareja. Concatenaba el delantero el golpe con el poder de su compañero, que desmembraba a la pareja rival a base de golpe. Era una pared Albisu, un muro, una muralla impenetrable y Gonzalez lo acusó. Si el de Azkaine intentaba bombardear y abrir huecos, todo quedaba en vano porque el de Ataun, a pesar de su juventud, exhibía galones de veterano; si Zubieta trataba de gozar, Jon Ander contrarrestaba su golpe. Y así hasta el final, porque los adversarios no podían hacer otra cosa que regalar demasiada pelota y caer en la red entretejida por Aimar Olaizola en los cuadros alegres, que se dedicaba a portar la bandera del golpe milimétrico para finiquitar los envites de Albisu.

Así, entre la espada y la pared, entre el muro y el golpe, Gonzalez y Aitor caían en una trampa tan antigua como el tiempo: la del golpe y el remate. Tal y como hizo en la final del Parejas, Aimar deslumbró por eso, por el planteamiento, por la labor de zapador, de constructor, de contención, de un Albisu excepcional, imperial en el despliegue y en el mando; y las oportunidad que ante esto cedían los rivales. De este modo, Olaizola se anotó trece tantos en juego y se hinchó a rematar de aire (7) y a levantar cartones con la dejada (4). Y es que tampoco Gonzalez ni Zubieta pudieron evitar el vendaval. Consecuencia del verano, que acabó por sacrificar en el Aritzbatalde de Zarautz en uno de sus altares estivales a la pareja de Aspe, que cayó entre los golpes de Albisu y el bisturí de Aimar; entre el cansancio del zaguero de Etxarri-Aranatz y falta de labor de arquitecto de Gonzalez; entre la espada y la pared.

Irujo entra hoy en acción Juan Martínez de Irujo entra hoy, a partir de las 18.00 horas, en acción en su primera incursión en el torneo Villa de Zarautz. El de Ibero formará junto a Laskurain frente a la pareja que viene de deslumbrar en La Blanca: Bengoetxea VI-Begino.