Lavaur. Alberto Contador cruzó la meta de ayer contento de no haber sufrido ninguna caída y, sobre todo, de comprobar que su rodilla derecha está prácticamente recuperada antes de Pirineos. "La rodilla me está respondiendo bien y por eso estoy muy contento, pero hay que tener en cuenta que hoy (por ayer) no he subido el Tourmalet. Tengo que ver cómo responde y, en función de eso, tomaré una decisión en el último puerto".

"La rodilla no me ha molestado en ningún momento", afirmó el líder del Saxo Bank-Sungard. "Tal vez el agua me viene bien, porque hace las veces de hielo" y dijo que la última parte de la etapa de mañana le recuerda "un poco al Giro de Italia, lo que pasa es que allí eran 200 kilómetros de puertos", dijo bromeando. "Mañana (por hoy) será un día difícil, el primer día duro y en el que los favoritos tienen que mostrar su estado de forma en puertos muy exigentes. Veremos qué tal responden las piernas".

Contador se felicitó del trabajo de sus compañeros durante la jornada. "Ha sido una etapa en la que hemos querido estar delante en todo momento y el equipo ha estado excepcional, ha mantenido las posiciones de cabeza porque era importante en la primera parte de la carrera, de continuas subidas. Al final ha vuelto a llover y era bastante peligroso, pero he contado con el apoyo de mis compañeros y ya queda un día menos y sin caídas. Ahora quiero aprovechar cada minuto para recuperar para la primera etapa de montaña". En Luz Ardiden, Contador piensa que todo el mundo "estará a la expectativa. Hay gente que tiene que lanzar la carrera, especialmente los hermanos Schleck, pero hasta que no se vea como sale la etapa no se puede decir nada. Además, influirá mucho la climatología". Alberto repitió que los que tienen que llevar la iniciativa "son otros, yo aún estoy recuperándome".