1º Mark Cavendish (HTC)3h46:07
2º Andre Greipel (Omega Pharma)m.t.
3º Tyler Farrar (Garmin)m.t.
GENERAL
1º Thomas Voeckler (Europcar)45h52:39
2º Luis León Sánchez (Rabobank)a 1:49
3º Cadel Evans (BMC)a 2:26
Etapa de hoy, 12ª: Cugnaux-Luz Ardiden, 211 kms. ETB1, Teledeporte y Eurosport, 15.00 h.
Lavaur. Bajo el diluvio universal que inunda Lavaur, a un palmo de Toulouse, se empapa de champagne Mark Cavendish, convertido otra vez en una bala de cañón brillante bajo la lluvia. Tercera victoria en este Tour y decimoctava desde 2008. Números de gigante. Merckx (34), Hinault (28), Leducq (25), Darrigade y Armstrong (22), Frantz (20)… El de las Islas Man está solo a una de las diecinueve de Faber. A rueda de la historia. "Esto es increíble", dice, y besa el maillot verde que le acaba de desabrochar a Philippe Gilbert. Otro reto. Llevarlo hasta París. Tendrá que arrastrarlo por la tortura montañosa. Desde hoy en los Pirineos, un menú de tres platos: de primero el Tourmalet y Luz Ardiden, hoy; un gran segundo mañana con el Aubisque, y el postre el sábado en Plateau de Beille. Empieza otro Tour.
Suspira Cavendish al imaginarlo y suspiran a su vez, estos liberados, adiós a un infierno de tensión y nervios, de miedo, los hombres que creen aún que pueden ganar el Tour. Los pocos que permanecen fuertes y sanos, sin ninguna muesca en el fuselaje, tras semana y media de histeria y matanza.
El Tour ha apretado más que nunca antes de la montaña y ha hecho añicos algunos sueños. Hicieron crack, como sus huesos. Las clavículas de Wiggins, Brajkovic y Van den Broeck; la cadera de Vinokourov… Incluso tiene enfilado al campeón, Contador, escoltado por una gran interrogante que tiene que ver con el estado incierto de su rodilla derecha, golpeada demasiadas veces, dos, en medio Tour, por lo que ha tenido que recurrir a la acupuntura para silenciar el dolor. Tiene, además, Contador otro lastre: el minuto y medio que pierde con Andy Schleck, su gran y esperado rival, en la general. ¿Cuál de las dos cuestiones, el tiempo o el físico, le preocupa más? "Ninguna más que otra", responde el español el primer día de descanso del Tour, el lunes; "para saber cómo va la rodilla tengo que esperar a la primera etapa de montaña". A hoy. La aclaración de la primera cuestión, cruje o no cruje la rodilla, puede solventar el segundo dilema, el puramente matemático y que tiene que ver con su capacidad para revertir la situación que le ha puesto el cuarto Tour cuesta arriba.
Pedro Delgado, que corrió un Tour, el de 1989, a la desesperada, tratando de recuperar los cerca de siete minutos que se dejó en una primera semana apocalíptica, receta calma, la que no pudo-supo tener él, a Contador. "Soy de los que piensan que no tiene que atacar, sino estar a la expectativa y esperar su momento". Sin escucharle, tira del mismo manual Alberto. "Ahora empieza otro Tour", adelanta, "en el que hay gente que tiene que lanzar la carrera, especialmente los hermanos Schleck. Son otros los que tienen que tomar la iniciativa porque yo todavía estoy recuperándome de las caídas e igual mi momento es un poquito más tarde".
El de hoy puede ser el día de Cadel Evans, el favorito que más se ha mostrado en la primera semana -ganó ante Contador la etapa del Muro de Bretaña- y el que mejor colocado está, tercero a 2:26 de Voeckler. El líder irritante y francés que pocos esperan que resista al martirio del Tourmalet, pese a su admirable resistencia heroica, la que le abrió un hueco en el corazón de los aficionados franceses en su agónica defensa del amarillo en 2004.
Samuel, en la sombra Como Contador, a la espera de saber dónde les coloca el Tourmalet, están todos los demás. Gente como Ivan Basso, que ya ganó en Mongie en 2004, en los tiempos que Armstrong despejaba las dudas que pudiesen existir dando un puñetazo al Tour el primer día de montaña, y que ahora se refugia en la sombra. "No sé si soy más fuerte de piernas que entonces -2004-, pero estoy seguro de que soy más fuerte de cabeza". El italiano es de los pocos que no se ha caído en esta semana y media y lo cedido en la crono por equipos, más unos pocos segundos en un par de repechos, le mantiene a poco más de un minuto de Evans. Por delante de Contador y Gesink -que arrastra un carro de golpes- y a rueda de Klöden -octavo a 17 segundos del australiano-, Peter Velits y Tony Martin -a 12-, Andy Schleck -a 11- y Frank Schleck -a tres-.
El más alejado de todos los que partieron con opciones de podio es Samuel Sánchez. Está a 2:35 de Evans. Pero intacto, ni un rasguño, y una salud envidiable que ya lució en la llegada a Super-Besse. Está más delgado que nunca -y quizás, también, convencido- Samuel para retar al Tourmalet, que ya le sentenció en 2008, su único día malo en un Tour que acabó sexto. "Va a haber ataques porque hay gente que necesita recortar tiempo", pronostica el líder de Euskaltel-Euskadi, que llega hoy al lugar sagrado donde consiguió, con Laiseka, su primera victoria de etapa en el Tour; "pero yo voy a estar a la expectativa. A ver qué pasa. Y si luego veo que se puede luchar por la etapa… Veremos, porque el cuerpo siempre se resiente en la primera etapa de montaña".