Entrados en los últimos 80 kilómetros de la primera etapa del Tour de Francia de 2011 todo parecía que terminaría bien, sin contratiempos. Sin embargo, la tensión fue en aumento a medida que se consumieron los metros y todos los directores de equipos exigieron desde el pinganillo a sus corredores pasar hacia delante para coger buenas posiciones. Así, la desgracia de la caída que se podía esperar alcanzado ese grado de nerviosismo llegó a apenas 25 kilómetros de la meta. Esto es el Tour, donde nada parece lo que puede llegar a ser.
Para Alberto Contador y Samuel Sánchez fue un aviso, pues a ninguno de los dos les cogió bien posicionados la caída y precisamente por eso se dejaron 1 minuto y 20 segundos respecto al vencedor Gilbert -1:14 con Andy Schleck- que pueden ser muy importantes. Si bien creo que las consecuencias de lo sucedido ayer se pueden valorar mejor hoy, después de lo que acontezca en la contrarreloj por equipos, donde Samu, que aspira al podio, puede dejarse más segundos. No obstante, la evidencia fue que tanto Contador como Samuel no estaban en su sitio, al contrario que el resto de candidatos al podio. Con ello no quiero decir que les faltara tensión en esta primera jornada de fatigas, sino que simplemente no movieron bien sus cartas, no iban lo suficientemente adelantados en una carrera que no da concesiones, que no perdona un error y que lo mismo encumbra que hunde. Por cierto, no veo a Contador ganando el Tour, precisamente por la exhibición que hizo en el Giro. En el ciclismo moderno, ser competitivo en Giro y Tour es muy complicado, por eso mi favorito es Andy. Pero también es cierto que a Alberto nunca se le puede descartar.
En cuanto a la pelea de hoy contra el reloj, veo a Klöden líder de la clasificación general al término de la misma, dado que fue el primero de los clasificados del RadioShack, el equipo que bajo mi punto de vista ganará hoy la etapa y que, por ejemplo, metió a todos sus corredores importantes en el primer corte.