Esta elección no pareció un apartado de material de una final del Manomanista. Daba la sensación desde la cancha, quizás por el tiempo que ha pasado, que se trataba de una eliminatoria más. De cara a la batalla por la txapela, Aimar Olaizola está bien. Le veo con la confianza suficiente para acometer el duelo con ciertas garantías. Además, el goizuetarra ha podido dejar atrás los problemas que ha pasado en la mano derecha durante todo el campeonato. Y es que, tras un Parejas que ha sido muy largo y un Manomanista duro, su diestra acabó por sufrir mucho. Pero, por lo menos, el delantero ha tenido la oportunidad de curar una de sus mejores armas para hacerse con la txapela. Otro de los puntos importantes es la ansiedad y los nervios por todo lo que ha acontecido en la final. Espero que a Aimar no le afecte la ansiedad por todo lo que ha pasado de cara al último partido del campeonato: los aplazamientos, la presión mediática, los rivales, primero Xala, después Oinatz y por último Xala otra vez... Todos esos factores pueden ser determinantes en el nivel de ansiedad. Sin embargo, aunque puede ocurrir, veo que Aimar es fuerte y puede aguantar todo eso. ¿Y quién diría que Aimar estaría en este punto aquí? La verdad es que era muy complicado preveerlo el año pasado y éste. Desde la dirección técnica de Asegarce bastantes dudas teníamos en el Campeonato de Parejas.
* Técnico de Asegarce