Vitoria. "Equivale a ganar el Mundial", asegura orgulloso Manu Pereira tras obtener el pasado fin de semana el cinturón negro, la máxima distinción en el arte milenario de Shuai Chiao. El alavés se mostró muy satisfecho con el logro conseguido en esta disciplina de origen chino y por eso lo equiparó con un título mundialista. "Es algo muy difícil de conseguir. Exige mucho sacrificio, tanto físico como monetario, por lo que es como ganar el Mundial", relata el alavés, quien ya sabe lo que es subir al podio en citas internacionales.
Pereira, doble campeón de Europa de wushu y subcampeón y bronce en el Campeonato del Mundo, consiguió tan merecido reconocimiento el pasado fin de semana tras superar un riguroso examen en Italia, ante dos de los maestros más ilustres de occidente, el transalpino Antonio Longiano y el inglés Robert Simpson.
Durante más de cuatro horas, Pereira mostró sus habilidades y los conocimientos obtenidos durante estos ocho años de preparación hasta alcanzar el cinturón negro. "Ha sido una carrera de fondo. Llegar hasta aquí es una evaluación continúa, muy, muy complicada", comenta el gasteiztarra. No ha sido fácil.
De hecho, en los dos años anteriores sus examinadores consideraron que no estaba apto aún para recibir el cinturón negro. A la tercera fue la vencida y Pereira ya puede presumir de ser uno de los deportistas con un mayor nivel en Shuai Chiao del continente. No en vano, el vitoriano es el único en España que ha alcanzado tal grado de conocimiento en esta disciplina.
Un arte, en el que para lograr el cinturón negro que Manu Pereira ya tiene en su poder, hay que tener una técnica muy depurada. "Los examinadores buscan la máxima perfección. Lo que prima es el arte marcial, más que el combate ya que la exigencia técnica es máxima", explica el competidor alavés, que durante el examen dio buenas muestras de sus habilidades a la hora de realizar las diferentes katas, los ejercicios básicos y las pruebas de fuerza que tuvo que llevar a cabo ante sus examinadores.