Hoy se juegan el ascenso a una carta. ¿Pensaba que llegarían tan lejos al principio de la temporada?

Bueno, el año pasado fue una sorpresa llegar a los play off en nuestra primera temporada en la EBA, y en esta segunda la idea era mantenernos e ir mejorando poco a poco. No teníamos un objetivo más allá de eso. Pero, según fueron desarrollándose las jornadas, llegó en un momento en que nos dimos cuenta de que estábamos haciendo algo grande.

El 67-61 con el que regresaron de Alfaz del Pi les obliga a superar seis puntos de diferencia, pero su rival de hoy es más fuerte que el Torrejón.

Sí, son equipo totalmente distintos. El Alfaz del Pi es un conjunto más profesional, más preparado para este tipo de partidos. Les da igual cómo se desarrolle el encuentro, hacen su juego y no se ponen nerviosos vayan cinco arriba o diez abajo.

El partido de ida fue una auténtica montaña rusa. Al descanso perdían de 14 puntos, pero luego les endosaron un parcial increíble (9-24) en el tercer periodo.

Salimos muy nerviosos. Queríamos hacerlo todo bien desde el principio y ellos, aunque son un equipo muy veterano, físicamente están realmente bien, casi como nosotros que somos más jóvenes. Nos precipitábamos en todo.

¿Y qué les llevó a alterar de repente su juego de forma tan radical?

Creo que el hecho de ver prácticamente perdida la eliminatoria nos quitó de golpe toda la presión. De repente empezamos a jugar mejor y así logramos ese parcial.

¿Han tenido alguna reunión especial durante estos días para conjurarse?

Sobre todo hemos insistido mucho en que tenemos que estar tranquilos y jugar como si fuera un partido más en cualquier otro momento del año. Pero es complicado pensar eso porque, en realidad, todo el año hemos estado trabajando para este partido.

¿Y qué presiente que pasará?

No sé, pero te puedo decir que vamos a salir a muerte. Si un partido como éste no te motiva para tener toda la ilusión del mundo por ganar no qué puede hacerlo.

Si vencen habrán logrado una auténtica gesta: ascender a LEB Plata en su segundo año en EBA. ¿Se ve en el basket profesional el próximo año?

Yo la verdad es que todavía no he querido pensar en eso, soy más de los que creen que, hasta que no se consiga realmente, prefiero no pensar en eso. Además, primero tenemos que ser capaces de conseguir el ascenso deportivo, y luego reunir el dinero necesario para la LEB Plata, que también es complicado.

Su entrenador siempre ha destacado la importancia del colectivo, de todo el grupo de jugadores, como clave del éxito del Aurteneche. ¿También lo ven así en el vestuario?

Sí, creo que ése es uno de los secretos de que nos hayan ido bien las cosas, que todos aportamos. Evidentemente los que juegan menos lo llevan un poco peor, pero todos ayudamos, estemos jugando o en el banquillo. Somos un equipo y el éxito es de todos. Aunque en esta parte final de la temporada hay más rotaciones, como es lógico, durante la Liga todo el mundo ha tenido minutos para sentirse importante.

¿Tanto como para jugarse una canasta decisiva que valdría un ascenso?

Por supuesto, yo por mi parte no tendría ningún problema. Ninguno. Este año hubo una situación de ese tipo, de anotar en el último segundo, y cuando el balón llegó a mis manos tiré. Estamos para eso. Si te paras a pensar en lo que te estás jugando, en lo que significa el tiro que estás a punto de lanzar, seguro que te asustas un poco. Pero cuando estás en el partido ni te lo piensas. Coges, tiras y ya está.

Teniendo en cuenta la diferencia de seis puntos no sería una sorpresa que alguno de ustedes tuviera que lanzar un tiro así.

Será un partido apretado hasta el final, eso seguro. Creo que se decidirá en los últimos minutos. Además, los dos equipos somos muy de parciales. Si nos descuidamos nos pueden meter un 6-0 en un momento.

¿Superarán los 1.500 del duelo ante el Torrejón?

Espero que haya por lo menos el mismo número de personas que aquel día, porque realmente ayudan un montón. Aprietan desde la grada y te dan un puntito más. Además, Vitoria es una ciudad de baloncesto y es una gran ocasión para demostrarlo.