PAMPLONA. O'Neal, a sus 39 años, sorprendió al mundo de la NBA con un vídeo en su página social de "Twitter" en el que, con el mismo buen sentido del humor que siempre le caracterizó dentro y fuera del campo de juego, dio a conocer su retirada del baloncesto activo.

El pívot, que ha logrado 28.596 puntos como profesional a pesar de haber fallado cerca de 5.000 tiros de personal, cuatro anillos de campeón de liga y ser único a la hora de promocionarse asimismo con toda una variedad de apodos, no volverá a un campo de juego como profesional tras vestir el uniforme de los Celtics de Boston.

O'Neal, que tiene asegurado un puesto en el Salón de la Fama, donde quedará consagrado para siempre, no deja un vacío en el apartado deportivo.

Desde hace cinco temporadas su puesto de jugador más dominante bajo los aros está ocupado por el joven que llegó a seguir sus pasos en el mismo equipo de los Magic de Orlando, Dwight "Superman" Howard.

Su gran momento de fama y esplendor lo vivió durante el tiempo que estuvo con los Lakers de Los Ángeles, equipo al que llegó en la temporada del 1996 para unirse al escolta Kobe Bryant y con el que ganó tres títulos de liga consecutivos, hasta que el enfrentamiento personal entre ambos le costó el destierro dorado a los Heat de Miami.

Con los Lakers vivió su mejor época, pero la lucha de liderazgo dentro de los Lakers con Kobe fue lo que obligó al dueño del equipo angelino, Jerry Buss, a que tuviese que decidir por uno de ellos y el elegido iba a ser Bryant.

Bajo la dirección de Pat Riley, en Miami, y con otra figura a su lado, la del escolta Dwyane Wade en la temporada del 2006 consiguió su cuarto título de liga.

A partir de ese momento, aunque prometió que iba a conseguir un segundo triunfo con los Heat, no fue posible porque la figura del alero LeBron James comenzó a brillar con los Cavaliers de Cleveland y el equipo de Miami se quedó fuera de la lucha por revalidar el título.

O'Neal también comenzó a perder protagonismo dentro del campo de juego. Afectado por las lesiones y los problemas personales, además de ser más el centro de atención en Miami por sus actividades extra deportivas, como su pasión por ser agente del orden, perdió protagonismo dentro de un equipo que tenía que pagarle muchos millones de dólares.

Riley se deshizo de O'Neal al enviarlo a los Suns de Phoenix y Shaq, ya sin grandes motivaciones como profesional, se dedicó más a ser el "hombre de negocios" que siempre le ha gustado se y que también ha sabido desarrollar con gran éxito, tanto más que el que ha tenido como jugador de baloncesto.

Por eso su mensaje de despedida lo comenzó recordando su condición de hombre de negocios y de ser "el emperador" de la red social a través del internet, sector a través del cual va a seguir proyectando su imagen, ahora como ex estrella de la NBA.

O'Neal tiene previsto ofrecer una rueda de prensa formal el viernes, desde su casa de Isleworth, en Orlando, mientras que desde Boston el equipo informaban que Shaq no les había comunicado nada oficialmente sobre su retirada.

Pese a que O'Neal firmó por dos años con los Celtics, la lesión sufrida las pasadas Navidades en el tendón de Aquiles de la pierna derecha lo aportó de la competición y ha acelerado su retirada.

Su salida deja a la NBA sin el jugador que mejor supo combinar la filosofía de divertirse y hacer feliz a los demás, como en su tiempo protagonizó otro de los legendarios de todos los tiempos llamado Magic Johnson.

Ahora O'Neal tendrá el campo libre para que pueda seguir siendo el centro de atención dentro de otra actividad que le divierta, le permita ganar mucho dinero y tenga miles de seguidores, a los que simplemente les dio un "adiós" como estrella de la NBA.