TERMOLI. No había medio de comunicación ayer que no se deshiciera en elogios hacia Alberto Contador. El golpe de mano que el madrileño dio al Giro en la subida al Etna concentró en él todo el protagonismo. De hecho, nadie duda en proclamarle como vencedor de la carrera de no mediar una desgracia. Pero el de Pinto prefiere ir suave, pausado, cauteloso, sabedor de las trampas que acechan en el asfalto. "La prueba acaba de empezar, no me interesa llevar la maglia rosa", reconoció durante la jornada de descanso. "Es que esto acaba de empezar. La etapa del Etna fue una primera toma de contacto con la montaña pero las etapas que interesan, y que más me gustan (la alta montaña), están aún por llegar", se sinceró.
Contador disfrutó de las horas de asueto en la localidad de Vasto Marina (Chieti), después de un largo desplazamiento por carretera y en avión desde Catania a Pescara, a cuyo aeropuerto llegó el pelotón del Giro de Italia al filo de la medianoche del domingo. Desde el aeropuerto de Pescara, cada equipo se desplazó a su respectivo lugar de concentración. "Es cierto que saqué un buen provecho. Hice una prueba y todo me salió muy bien. No sé lo que puede pasar a partir de ahora, pero puedo afrontar lo que falta de Giro en buena disposición". Fue claro a la hora de señalar que no le interesa llevar ahora, todavía, la maglia rosa: "No, no me interesa para nada, es algo que no me obsesiona. El objetivo está en ser líder el próximo 29 de mayo en Milán", incidió, tal y como declaró a DNA minutos antes de triunfar en las faldas del mítico volcán. "Antes de la gran montaña, el pelotón vivirá unas etapas de transición que pueden resultar peligrosas. Los primeros días hay que estar muy atento, porque vamos a ir por la costa y el viento puede ser muy peligroso", señaló. "En el resto de la etapas, las de gran montaña, seguro que existirá mucho movimiento y los equipos van a plantear sus estrategias. Los líderes van a tratar de atacar de lejos al principio de los puertos y serán etapas de muchos nervios. El mal tiempo previsto para esos días, además, puede ser un peligro añadido", corroboró.
mal tiempo en el adriático Contador dedicó la jornada a descansar y, de paso, a cargar pilas. Se levantó sobre las diez y media de la mañana, aunque el equipo Saxo Bank no pudo salir a entrenarse a la carretera por las condiciones de lluvia y mal tiempo que vive esta zona del Adriático. Por la tarde realizó una sesión de rodillo en las instalaciones del hotel en el que se halla concentrado. Su exhibición corre de boca en el pelotón, que hoy partirá desde Termoli hasta Teramo, 159 kilómetros que probablemente acaben en un sprint. Purito Rodríguez, líder del Katusha, espera desquitarse en la montaña de la última semana, donde "habrá que atacar de lejos a Contador", ya que según el ciclista catalán, "de tú a tú es imposible. Hay que mover la carrera desde lejos y desgastarle".