REAL MADRID Casillas; Sergio Ramos, Carvalho, Garay, Nacho (Marcelo, m.53); Pepe, Granero (Özil, m.61), Canales (Di María, m.53); Kaká, Higuaín y Benzema.
ZARAGOZA Doblas; Diogo, Jarosik, Lanzaro (Pinter, m.65), Da Silva, Obradovic (Paredes, m.46); Gabi, Ponzio, Jorge López; Lafita (N'Daw, m.89) y Uche.
Goles 0-1, m. 41: Lafita. 0-2, m. 54: Gabi, de penalti. 1-2, m. 63: Sergio Ramos. 1-3, m. 78: Lafita. 2-3, m. 85: Benzema.
Árbitro Ayza Gámez (Comité Valenciano). Amonestó a Di María (59) por el Real Madrid, y a Jarosik (48), Jorge López (57), Doblas (58) y Diogo (87), por el Real Zaragoza. Expulsó a Carvalho, por doble amonestación (54 y 87).
Estadio Santiago Bernabéu. 67.000 esp.
Madrid. El Real Madrid cerró su semana negra desconectándose del fútbol, ofreciendo la peor imagen de la temporada, abandonándose a su suerte víctima de errores infantiles y de concentración ante un Real Zaragoza que sumó tres puntos de oro en su lucha por la permanencia en Primera (2-3).
José Mourinho, apoyado con cánticos y pancartas en el Santiago Bernabéu, no cree lo que ve. Tras conducir a su equipo a terrenos pantanosos en unos días en los que no primó el fútbol, encontró un mal resultado con rotaciones. Pasa de ser un hombre récord en partidos como local, tras nueve años sin perder, a caer dos veces ante rivales modestos como Sporting y Zaragoza. El Real Madrid más mediocre de la temporada, aturdido aún por el golpe del clásico europeo frente al Barcelona, saltó al Bernabéu sin actitud. Colapsado ante una defensa de cinco que plantó el necesitado Zaragoza y dedicó a su fiel afición un primer acto horrendo.
Faltaba intensidad defensiva en el Real Madrid. Agotado psicológicamente tras sus duelos ante el Barça. Y llegó uno de los fallos más grandes de la carrera de Casillas. Abandonó el arco para despejar un balón, que apenas rozó. Su patada al aire dejó todo a favor para Uche, que disparó mal. La fortuna cayó para Lafita, que no perdonó al segundo intento sin portero.
Necesitaba un golpe de efecto el Real Madrid. Sin Cristiano, en el palco por cuestionar los métodos del jefe, Mourinho apeló a la electricidad de Marcelo y Di María. Acababan de entrar en acción cuando llegó el segundo error infantil. Carvalho derribó a Lafita dentro del área en una carrera con pocas salidas. El regalo lo aprovechó Gabi para marcar de penalti.
Con un tesoro en el bolsillo, el Zaragoza debía gestionar una ventaja de dos goles en el Bernabéu ante un Real Madrid que tiraría de casta. A la heroica ante la falta de fútbol. Mourinho daba órdenes en papelitos que circulaban entre sus jugadores. Y fue Sergio Ramos el que inició la reacción. A placer. Sin levantar los pies del suelo, rematando un córner de Özil, ajustó el testarazo al palo.
Fue un espejismo. No era la tarde del Real Madrid. Las remontadas agónicas de los últimos años, esta temporada nunca llegaron. Benzema tuvo dos ocasiones para hacer crecer la fe: un remate de cabeza que fue a las manos de Doblas y un zurdazo al larguero.
A los 78 minutos, Lafita asestó un golpe definitivo. Con el Real Madrid intentando prolongar su agonía liguera, Uche salió a la contra, vio el desmarque de su compañero, que a placer firmó su doblete.
Restaban doce minutos para el final en los que el Real Madrid no bajó los brazos. Luchó hasta en inferioridad numérica, cuando Carvalho decidió irse a la ducha antes de tiempo y fue expulsado en el peor de sus días de blanco.
Las oportunidades de Özil, Kaká y Benzema acabaron con un bello tanto del francés. Maquilló el resultado final. El Real Madrid acudirá al Camp Nou a remontar una semifinal europea con dos tantos de desventaja o cerrar su temporada.