vitoria. El lunes por la noche, tras la última etapa en línea de la Tirreno-Adriático, Óscar Freire reúne a la prensa en un salón del hotel donde se hospeda. Le rodean unos cuantos. Esta vez sí, piensa Freire, entristecido en 2010 por la poca atención previa a una victoria espectacular, es favorito para volver a ganar la Milán-San Remo, la carrera para la que, dicen los italianos, fue creado el tricampeón del mundo, que nació en la industrial Torrelavega gris, vive en la verde Suiza, trabaja en la naranja Holanda que le adora y ha cincelado su palmarés en la multicolor Italia, donde ha ganado dos de sus tres Mundiales y, claro, las tres sanremos que hoy -15.30 horas, ETB-1- pueden ser cuatro. Una más que el gran Coppi y De Vlaeminck, y las mismas que el alemán Erik Zabel y Gino Bartali. Por encima, inalcanzables, quedan las seis victorias de Girardengo y las siete de Eddy Merckx.
"Esta temporada estoy igual que en la pasada", explica Freire, que ha vuelto a pasar desapercibido por la Tirreno-Adriático, lo que más que espejo de su debilidad o de su baja forma es la mayor de las amenazas posibles. Freire es más Freire cuando menos se le espera. No hay victoria sonada del cántabro que no haya venido precedida de un periodo de invisibilidad, lo que le da pie a Fabian Cancellara, que hoy también es favorito aunque menos porque dice que su gran objetivo es ser, al fin, competitivo en la Lieja-Bastogne-Lieja, a señalar lo bien que le funciona a Óscar llegar escondido a la salida de Milán. Lo bien que, por ejemplo, le funcionó en 2010, cuando nadie le mencionaba en las previas pese a ser el único participante con dos triunfos -el primero, en 2004, el segundo, no tan lejano, en 2007- y asombró con una lección táctica y una fortaleza desbordante en el sprint final, y agónico después de 300 kilómetros de desgaste continuo que deja los cuerpos al límite, famélicos de potencia, incapaces de arrastrar el desarrollo, ese 11 tan pequeño donde encallan los débiles. En ese paisaje desolador, entre organismos en demolición, quejumbrosos, surge el mejor Freire. Tan fresco y ágil que todo parece tremendamente sencillo, cuestión de genio, de talento, de nacer, como dicen los italianos, que creen tanto en la providencia, para ganar la Milán-San Remo.
"Parece fácil ganar, pero no lo es", responde Freire cuando magnificando su genio, la manera tan particular y deliciosa de hacer del ciclismo algo sencillo y práctico, entiende que se le resta mérito. "Tienes que estar en el momento importante, en el lugar oportuno porque puedes perder la carrera en cualquier sitio", explica. "Ahora mismo, por ejemplo, creo que estoy bien como para llegar al final y disputar, pero nunca lo sabes", abunda. "Si alguien como Cancellara ataca no puedes hacer nada. Ahí es cuando tienes que arriesgar y decidir qué hacer. Lo mejor es no seguirle. Luego están los imprevistos, el año pasado en el Turchino, con las caídas que hubo la carrera cambió. Yo estaba justo detrás de donde fue la caída, fui el último en sortearla. Todo eso condiciona. Luego, en la subida al Poggio ya no se puede hacer la diferencia porque ninguno está tan fuerte como para atacar en la ascensión y llegar hasta la meta".
En la última década solo Bettini (2003), Pozzato (2005) y Cancellara (2008) han sorteado el sprint. "Pero eso", lamenta el suizo, "es difícil de repetir. Sucede cada mucho tiempo". "Lo principal", abunda Freire, "es tener piernas". "Si no las tienes no puedes estar en el sitio justo. Tienes que estarlo para no gastarte y para asegurarte no tener problemas. La Milán-San Remo es una de las carreras más fáciles de perder. Un error te condena", reflexiona el genial cántabro. "Parece fácil cuando se ve desde la televisión pero no es así". Freire hace que parezca sencillo.
euskaltel, con crespón negro Euskaltel-Euskadi, que disputa la prueba con el equipo que lució en la Tirreno-Adriático -Amets Txurruka, Egoi Martínez, Ivan Velasco, Juanjo Oroz, Javier Aramendia, Jonathan Castroviejo, Ion Izagirre y Daniel Sesma- lucirá crespones negros en su maillot en señal de luto por la muerte de Juan Carlos Urrutxurtu, uno de sus fundadores, fallecido el pasado lunes. Arkaitz Durán debuta en la Milán-San Remo con el Geox-TMC de Matxín.
Óscar Freire celebra su tercer triunfo en la pasada edición de la Milán-San Remo. Foto: efe
Los datos
l Favoritos. Freire, Cancellara, Gilbert, Petacchi, Hushovd, Pozzato, Haussler, Cavendish, Boonen y Sagan.
l Recorrido. 298 Kms. Subidas a Turchino, Le Manie (Km. 207), Capo Mele (Km. 245), Capo Cervo (Km. 250), Capo Berta (Km. 258), Cipressa (Km. 276) y Poggio (Km. 291).
l Últimos ganadores. Freire (2010), Cavendish (2009), Cancellara (2008), Freire (2007), Pozzato (2006), Petacchi (2005), Freire (2004) y Bettini (2003).
l Mayor número de victorias. Eddy Merckx, siete.