Madrid. La Fiscalía de Madrid pedirá dos años de prisión y la inhabilitación profesional durante el mismo tiempo para el doctor Eufemiano Fuentes y para otras cuatro personas por las "prácticas tendentes a elevar artificialmente el rendimiento físico de ciclistas" descubiertas en 2006 en la llamada Operación Puerto. En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal acusa a Fuentes, a su hermana Yolanda, al también médico José Luis Merino y a los entonces directores deportivos de los equipos ciclistas Liberty Seguros y Comunidad Valenciana, Manuel Saiz y José Ignacio Labarta, respectivamente, de un delito continuado contra la salud pública.

Los procesados realizaban un proceso llamado "glicerolización", consistente en la preparación de concentraciones de hematíes con un alto nivel de hematocrito -que eleva el rendimiento físico- que se transfundían a los deportistas, lo que, según el fiscal, "ponía en peligro la salud" de éstos, ya que aumentaba la viscosidad de la sangre y, por tanto, el esfuerzo al que se somete a su corazón.

Según el Ministerio Público, al menos durante 2006, Eufemiano Fuentes y José Luis Merino, jefe del servicio de Hematología del hospital La Princesa de Madrid, llevaron a cabo extracciones sanguíneas a los interesados y después, con máquinas ACP, centrifugaban las muestras y obtenían un concentrado de hematíes.

Tras un proceso de congelación, descongelación y "deglicorización" de la sangre, se llevaba a cabo la transfusión al deportista en el momento en que se quería elevar su nivel normal de hematocrito y, por tanto, su rendimiento físico.

Manuel Saiz, José Ignacio Labarta, Yolanda Fuentes -entonces jefa del equipo médico del Comunidad Valenciana- y el exciclista Alberto León, fallecido el pasado mes de enero, contrataban los servicios de Eufemiano Fuentes y de José Luis Merino "a cambio de una remuneración económica".

Así, programaban las etapas de carreras ciclistas con las dosis que se debían ir suministrando para obtener "óptimos resultados" y procedían a realizar a los corredores extracciones y transfusiones sanguíneas que se realizaban en habitaciones de hotel "y sin las suficientes garantías higiénico-sanitarias".

Los acusados, según el fiscal, transportaban el material "en mochilas sin refrigeración alguna y sin una identificación clara de las muestras ni practicando los pertinentes controles hematológicos", con el consiguiente peligro para la salud de los ciclistas.

Parte del material fue hallado en los registros realizados en los pisos de Fuentes y de Merino el 23 de mayo de 2006, día en que ambos fueron detenidos junto a Merino, Labarta y Alberto León. En un piso alquilado por Fuentes en la calle de Alonso Cano se encontraron dos máquinas ACP 215, varios frigoríficos, 68 bolsas de plasma congelado y 45 de sangre refrigerada. También había dos maletas con medicamentos -unos caducados, otros de exclusivo uso hospitalario y algunos no autorizados en España- y abundante material para transfusiones. En otra vivienda de Fuentes en Madrid se intervino un arcón frigorífico con 90 bolsas de sangre.

En el domicilio personal de Merino, también en Madrid, se halló documentación relativa a la adquisición y funcionamiento de las máquinas ACP y tres bolsas de plasma. Por último, Labarta tenía en su piso de Zaragoza 5.300 euros, que según el fiscal era "producto de la ilícita actividad", al igual que el del maletín incautado a Saiz con 42.224 euros, 38.000 francos y 310 dólares australianos. Manolo Saiz también tenía cuatro cajas de Synacthene, un corticoide de exclusivo uso hospitalario.