DONOSTIA. Edurne Pasaban se ha enfrentado a una tarea "más difícil" que coronar cualquiera de los 14 "ochomiles" que ha conquistado en el plantea como es desnudarse en una biografía en la que reconoce que la montaña irá siempre en su corazón, aunque ahora desea "repartir" sus energías y formar quizás una familia.
Pasaban ha presentado hoy en un acto en Donostia este libro, titulado "Catorce veces ocho mil", escrito con la colaboración de Josep María Pinto, y publicado por la editorial Planeta.
La alpinista guipuzcoana, considerada la primera mujer que ha conquistado las catorce cumbres más altas del mundo, ha asegurado que publicar esta biografía ha sido un reto muy complicado dado que ha tenido que dirigir "una mirada hacia atrás" y recordar también episodios "duros" en su vida.
No obstante, afirma que ahora tiene el pleno convencimiento de que "todo ha merecido la pena" y de que la decisión que tomó de dedicar "totalmente su vida a la montaña" y "dejar de lado otras cosas" fue totalmente "acertada".
Explica que la "línea conductora" de esta novela de la vida de Pasaban es "la montaña", aunque detrás de sus 334 páginas está también "la Edurne persona", sus alegrías, pesares, pasiones, amores y tragedias.
"El otro día al leer el libro me preguntaba ¿pero esto también lo he contado?", comentaba hoy la montañera, convencida de que "en parte" esta publicación supone la apertura de una "nueva etapa" en su vida, "más tranquila", en la que quiere "repartir sus energías entre la montaña y formar una familia".
Reconoce que será "difícil" ya que es consciente de que, por ejemplo, ahora no puede evitar pensar "las 24 horas del día en el Everest", su próxima aventura, que consistirá en coronar la cima del techo del mundo sin oxígeno.
Nacida en Tolosa en 1973, esta ingeniera técnica industrial y MBA por ESADE desvela en el libro su acercamiento a este mundo "por una chiquillida" en plena adolescencia, repasa sus innumerables logros y también los momentos más duros vividos en 2006, cuando sus miedos más íntimos la condujeron durante cuatro semanas a un centro psiquiátrico y a un intento de suicidio, tras una ruptura sentimental.
Pasaban valora todo lo que le ha dado la montaña: dosis de "autoestima", afán de superación y el logro de los catorce "ochomiles", "enturbiado", en parte, -dice- por la polémica con la coreana Oh Eun Sun.
"La coreana está en mi vida cada día. A todos los sitios a los que voy, por ejemplo, en la recepción de cualquier hotel" siempre me preguntan por ella, comenta jocosamente Pasaban, quien no ha tenido todavía oportunidad de hablar con ella, aunque igual se la encuentra en el Everest, donde parece que también irá Oh Eun Sun.
La biografía de Pasaban no está dedicada, aunque ella comenta que es para todos los que han tenido algo que ver "en todo esto" y, especialmente para sus padres, que aunque no salen especialmente "bien parados", han sido, junto a su familia, "el sentido" de su vida, ha dicho entre lágrimas.
Ha dado, por último, un consejo para los más pequeños: que hagan todo con ilusión y que, lejos de querer ser famosos, quieran ser "buenas personas".