EN los últimos tiempos el nombre de Pesic se ha puesto de moda. Es el entrenador que está en boca de todos, sobre todo en el de aquellos equipos que no les están saliendo las cosas como se esperaban.

La transformación que ha conseguido en el equipo taronja desde su llegada al banquillo no ha pasado desapercibido para nadie en Europa. La Liga ACB está claro que es la más competitiva de Europa, y todo lo que ocurre en ella es noticia.

Es verdad que tiene una plantilla extensa y con muchos quilates de talento pero que por no sé qué razón, de la mano de Hussein no funcionó. La experiencia de Pesic es excelsa, tanto en Alemania, como con la selección Serbia y sin olvidar el famoso triplete que consiguió con el Barça de Dueñas y compañía.

Hay que recordar que fue de su mano cuando el Barça consiguió por primera vez la Copa de Europa. Por lo tanto, lo que está realizando en Valencia no es casualidad. Y lo que pudimos ver el miércoles deja muy a las claras su capacidad táctica para enredar al rival e incomodarle sobre todo en las cosas que hace bien. Si no, que se lo pregunten a Huertas, que a pesar de dar nueve asistencias, se le vio incómodo ante los diferentes cambios defensivos y esa presión asfixiante desde campo propio.

En cuanto al partido fue el típico entre dos equipos que están asentados en los primeros puestos de la clasificación. Un encuentro muy físico y con un marcador bajo debido a la imposibilidad de correr y de conseguir canastas fáciles al contragolpe. El Power venía a Vitoria con dos bajas importantes como las de Claver y Augustine. Un Claver que desde la llegada de Pesic ha explotado en su juego, algo que todos estábamos esperando pero que no llegaba.

A pesar de tener ausencias destacables, se vio en el parqué del Buesa Arena que este Valencia es un equipo que está bien trabajado. A pesar de ir perdiendo de diez puntos en el tercer cuarto, no se descompusieron y siguieron creyendo en la victoria y realizando una gran defensa.

De hecho, a falta de siete minutos para el final, iban dos puntos por encima en el marcador. Un triple marca de la casa de Teletovic, mas una recuperación de Ribas en los últimos dos minutos y el acierto de un Oleson inspiradísimo (referente de los baskonistas en el último cuarto), sentenciaron un partido muy igualado y jugado de tú a tú.

Sería injusto no remarcar el trabajo de Ribas cuya valoración fue de las mejores junto con la de Martínez y De Colo, si la comparamos con los minutos disputados. Otra vez el equipo de Dusko, al igual que lo hiciera en Lituania, los últimos minutos los jugó con paciencia y siempre buscando la manera de hacer más daño al rival.

Mención destacable para Huertas. Ello le sirvió para anotarse una victoria que vale doble en caso de empate al final de la fase regular contra un rival directo. Contra este tipo de equipos disputar unos play off con factor cancha a favor es una ventaja no definitiva, pero sí que se agradece tener al público a tu favor.