Marsella. Aburrido empate sin goles el que firmaron ayer el Olympique de Marsella y Manchester United en el encuentro de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, que deja la eliminatoria abierta para decidirse dentro de dos semanas en Old Trafford.

Poco fútbol se vio en el Vélodrome, en un partido que, sobre todo, decayó tras el descanso. El balón estuvo más controlado por parte de los locales, que no permitieron que el Manchester anotara como visitante, lo que les da esperanza de poder clasificarse a cuartos de final de Champions, algo que no consiguen desde 1993, año en el que acabaron levantando la Orejona.

El Manchester entró más metido en el encuentro y dispuso de varias ocasiones en los primeros minutos. Rooney probó fortuna un par de veces pero sus remates no ocasionaron demasiado peligro. Algo más inquieto un disparo al borde del área de Fletcher que detuvo Mandada en dos tiempos. Cuanto más se acercaba el final, más parecía que ambos conjuntos daban como bueno este empate. Poco más se vio en un encuentro con muy poca historia.