La huella del "Fenómeno"

Ronaldo y Roberto Carlos han compartido vestuario durante el último año. Foto: deia

El pasado lunes, Ronaldo Nazario anunció al mundo que dejaba el fútbol, y el mundo quedó consternado con la noticia. El mundo había perdido el rastro de este genio del balón. Se le sabía allá por Brasil, escanciando su arte a cuenta gotas, en el Corinthians, bajo la ley del mínimo esfuerzo, según se deducía de su oronda figura. Pero vivo al fin y al cabo, y alegre por estar vivo, y con el balón rodando junto a sus pies. Ronaldo, de 34 años, anunció su retirad y desnudó el alma. Confesó que padece hipotiroidismo, razón de su destacado sobrepeso, y que sufre dolores constantes, secuelas de las innumerables lesiones que ha padecido. Y dijo, desgarrándose: "Con este anuncio siento como que viene mi primera muerte".

Y añadió: "Fue una carrera linda, maravillosa, emocionante; tuve muchas derrotas, muchas victorias; hice muchos amigos y no recuerdo haber hecho ningún enemigo". Debe ser toda la verdad.

Rafa Alkorta lo tuvo enfrente cuando el Fenómeno se dio a conocer incontenible en el Barça. El central bilbaíno entonces estaba en el Real Madrid. Luego, cuando Ronaldo regresó para formar parte de los galácticos de Florentino Pérez, Alkorta había cambiado de bando, de vuelta al Athletic.

"Es el mejor delantero que he conocido", dice, "sobre todo en su etapa barcelonista. No he visto a nadie salir con tanta potencia, aceleración y técnica buscando el gol", destaca. Y comparándole con Romario, otro crack brasileño que le tocó sufrir cuando éste militaba también en el Barça, señala que o bajinho "era la excelencia dentro del área". Ronaldo, en cambio, "lo abarcaba todo; él mismo se fabricaba el gol".

Alkorta, sin embargo, enfatiza en su categoría como persona. "Era un buen compañero y un buen rival. Ni un mal gesto, ningún reproche. Su mundo era el gol y no entraba en otro tipo de batallas", dice, comentario que sugiere la figura de otro Ronaldo, Cristiano, a quien sin duda le pierden las formas.

Lo que son las cosas y el poso que deja el tiempo. Antonio Karmona rememora sus experiencias en el Alavés, equipo contra el que Ronaldo tuvo un debut triunfal en el Real Madrid (2002-2007), y le sale un "tuve la fortuna de jugar contra él", como quien ha sido testigo de un prodigio. Tanto es así que puntualiza para redondear su experiencia: "Tuve el privilegio de jugar contra él y la desdicha de sufrirlo".

"Era completísimo, por su velocidad, explosividad y capacidad para definir". Karmona lo compara con otro reputadísimo depredador del área, Hugo Sánchez, y analiza: "Hugo remataba; Ronaldo generaba las ocasiones de gol". Y como Alkorta destaca su hondo sentido de la deportividad.

Joseba Etxeberria tuvo la oportunidad de convivir con el Fenómeno un poco más allá, como invitado a participar en los partidos de carácter benéfico que organizaba junto a Zidane (amigos de... contra amigos de...). "Desde que tengo uso de razón, Ronaldo ha sido el mejor delantero y con mucha diferencia", destaca el exjugador del Athletic. "Él veía la portería más grande que el resto de los delanteros", dice. "Pero no sólo era un espectáculo por juego y goles, sino que ha hecho una labor muy buena de cara a la imagen del fútbol. Fue un ejemplo por su actitud en el campo. No polemizaba con nadie".

Joseba Etxeberria tiene en tan alta estima a Ronaldo que llega a decir de él: "es una persona extraordinaria, súper amable, cariñosa y generosa, siempre pendiente de colaborar en iniciativas solidarias. Un tío que merece la pena".

El primer aldabonazo que dio Ronaldo fue aquel 12 de octubre de 1996 en el estadio San Lázaro de Santiago, con el Barça de Bobby Robson, donde anotó al Compos aquel prodigioso gol. Fabiano, entonces capitán del equipo gallego, relata: "Nos quedamos asombrados. Éramos un equipo de fuerza física, pero él fue un búfalo. Regateó a todo el mundo".

Fernando Vázquez, entonces entrenador del Compos, aún "alucina" cuando rememora aquella portentosa cabalgada del joven Ronaldo. Cuenta sin embargo Vázquez que el presidente del Compostela, José María Caneda, no tuvo la misma sensación. Montó en cólera y acusó a sus futbolistas de ser "muy blandos". "Las críticas de Caneda fueron tremendas. Nos dijo que éramos como monjas, muy blandos. Yo le contesté que ese gol iba a inmortalizar al Compostela". Y lo hizo.

Ronaldo ya ha pasado a la historia, pero queda su poderosa huella:

Barça

Llega un huracán

Ronaldo empezó su carrera como profesional en el Cruzeiro, en 1993, donde marcó 44 goles en 44 partidos, y se convirtió en objetivo primordial de los clubes europeos. Con 18 años fichó por el PSV holandés en 1994. Dos años después, el Barça pagó 2.500 millones de pesetas (15 millones de euros) por el traspaso. Con 20 años, su triunfo fue arrollador. Pichichi de la Liga con 34 tantos en 37 partidos. Contando todas las competiciones que disputó, Ronaldo anotó 47 goles en 49 encuentros, que llevaron al Barça a ganar la Supercopa de España, la Copa y la Recopa. Le faltó la Liga, lograda por el Real Madrid de Capello. El gol que marcó al Compostela, arrancando desde el medio del campo, fue un compendio de lo que Ronaldo representaba: fuerza física, velocidad, control y toque.

Inter

El apogeo

A Josep Lluis le entraron sudores fríos al analizar los dineros que tenía que gastar para amortizar a su gran y joven estrella. Por eso sucumbió fácilmente al reclamo de Moratti, presidente del Inter de Milán, y sus proyectos grandilocuentes y la sustanciosa oferta que le hizo. Ronaldo, disgustado con Núñez, también empujó para buscar una salida.

Ronaldo jugó en el Inter cinco años. Entre 1997 y 2002 ganó dos Balones de Oro y las dos primeras temporadas colmó casi todas las expectativas: Anotó 42 goles en 58 partidos oficiales y levantó en 1998 la Copa de la UEFA.

Lesiones

La caída del ídolo

En Milán encontró la dicha y comenzó su calvario, en forma de lesiones. Primero en el Mundial de 1998, donde sufrió una convulsión inexplicable pocas horas antes de la final contra Francia. Pese a todo jugó con Brasil. Ronaldo fue una figura espectral, totalmente eclipsado por Zidedine Zidane, que lideró el triunfo de los galos ante la desconcertada selección brasileña.

Ronaldo acusó aquella derrota y su estrella comenzó a palidecer. El 12 abril de 2000 le mordió la tragedia. Aquella noche, en la final de Copa de Italia contra el Lazio, Ronaldo volvía a un campo de juego tras superar una lesión que le había postrado varios meses. A los pocos minutos de salir al campo de juego, intentando regatear a un defensa con una de sus espectaculares bicicletas, se desplomó sobre la hierba entre gritos de dolor. Se había roto el tendón de la rodilla derecha, lesión que le obligó a estar más de un año sin poder tocar el balón.

Mundial 2002

La resurrección

La lesión fue tan grave que, dadas sus características (el arranque explosivo, la velocidad conduciendo el balón...), nadie daba un duro sobre su futuro. Ronaldo trabajó en silencio con determinación, paciencia y mucha fe. Resurgió espléndido en el Mundial" 2002 de Corea del Sur y Japón, liderando con sus goles a la pentacampeona selección brasileña para asombro y gozo del universo futbolístico.

Real Madrid

La galaxia

Ungido por el Mundial, el Real Madrid pagó por él 44 millones de euros al Inter, y en el club blanco Ronaldo recobró la senda del éxito: marcó 104 goles en 177 partidos. Ganó dos veces la Liga (2003 y 2007) y volvió a ser Pichichi en 2004, con 24 goles. Junto a Zidane, Figo, Raúl y Roberto Carlos configuró el Madrid de los galácticos con el que, sin embargo, no consiguió la Liga de Campeones, único trofeo que falta en su enorme palmarés.

Milan

El ocaso

Cumplidos los 31 años, Ronaldo fue traspasado al Milan en el mercado invernal de 2007, después de jugar con Capello apenas siete partidos en los primeros cinco meses. En su retorno a Italia apenas sumó nueve goles en 20 partidos y volvió a lesionarse gravemente, esta vez en la rodilla izquierda. En este periodo, Ronaldo empezó a sufrir hipotiroidismo, como reveló el pasado lunes.

Corinthians

El regreso a casa

En pleno declive a causa de las graves lesiones, Ronaldo regresó a Brasil en el año 2008 para acabar su carrera futbolística en Corinthians, donde volvió a marcar con regularidad y a ganar trofeos, pero sin la magia de sus regates. Ya no era el Fenómeno, sino un futbolista doliente, a quien el regate le salía en su cabeza, pero ya no lo dibujaba con los pies.

el precio de la fama

Las "ronaldas"

Buscando el calor de su estrella se hicieron famosas las Ronaldas: Susana Werner, Milene Domingues, su primera esposa; la modelo Raica Oliveira; Daniela Cicarelli, con quien montó una falsa boda; Mireia Canalda, Bia Anthony, que le abandonó tras el escándalo con dos travestis a quienes confundió con prostitutas; Livia Lemos y Nadia França, portadas de Playboy, o Vivi Brunieri, que también posó para Playboy y se pasó al porno. Entre otras muchas.

"Creo que he satisfecho todas mis fantasías. He estado con dos mujeres a la vez... y tuve sexo antes de un partido", dijo Ronaldo en una entrevista a GQ.

Con cuatro hijos, Ronaldo decidió el pasado año hacerse la vasectomía. "Para cerrar la fábrica", dijo.

Ronaldo con el Trofeo FIFA al mejor jugador del mundo, doliéndose de una patada y con la Copa del Mundo de 2002. Arriba, Milene Domingues, modelo, futbolista y su primera mujer. Arriba, con Susana Werner, y en una fiesta en Río junto a un capo de la droga. Abajo, jugando con el Madrid y con el Balón de Oro. A la derecha, una imagen tomada el pasado lunes.

"El mejor delantero que he visto, pero sobre todo buen compañero y un buen rival"

Rafael Alkorta

Exjugador del Athletic y Real Madrid

"Era completísimo. Tuve el privilegio de jugar contra él y la desgracia de sufrirlo"

Antonio Karmona

Exjugador del Alavés

"Cariñoso, generoso y amable, veía la portería más grande que el resto de los jugadores"

Joseba Etxeberria

Exjugador del Athletic

internacional ronaldo se retira y entra en la leyenda

equipos y goles

equipos (partidos oficiales y goles)