sU grado de confianza se encuentra por los suelos. Mirza Teletovic, un compulsivo anotador que pierde su esencia como jugador cuando esos tiros parabólicos desde la lejanía son escupidos por el aro, tiene la muñeca desengrasada. La célebre pólvora con la que ha intimidado durante las temporadas anteriores a todos los rivales del Caja Laboral parece haberse gastado por completo. Y, con ello, un ala-pívot con alma de alero que vive del acierto para ilustrar su estadística se mantiene anclado en un callejón oscuro pese a los reiterados intentos de Ivanovic por que recupere su idilio con el aro manteniéndole contra viento y marea en pista.
El francotirador bosnio atraviesa una crisis preocupante en los últimos tiempos. Entre que la línea de tres se ha retrasado medio metro y que sus pares, conscientes de su milimétrica puntería, le atan cada vez más en corto, sigue preso de una ansiedad que no hace sino perjudicar los intereses colectivos. Lejos de contenerse, cada error agudiza su deseo de lanzar en los ataques posteriores. Por si fuera poco, la desmedida querencia del Caja Laboral a buscar el tiro exterior como principal recurso ofensivo provoca que disponga de infinidad de opciones para ejecutar sus clásicas suspensiones. El problema radica en que el acierto le ha abandonado.
Los porcentajes del capitán baskonista, que cumple su quinta temporada en la capital alavesa, han empeorado ostensiblemente con respecto a la pasada campaña. Si en la 2009-10 firmó un 61% (90/148) en tiros de dos y un 41% en triples en la ACB, por un 47,1% (40/85) y un 43,6% (58/133) respectivamente en la Euroliga, en la actualidad no atina a recuperar la magia de su muñeca. Si en los tiros de dos está manteniendo con algún altibajo su índice de acierto -un 43,1% (44/102) fuera de las fronteras y un 48% (54/113) a nivel doméstico-, desde más allá de los 6,75 metros ha dejado de ser una amenaza latente para los adversarios. Así lo atestigua el 36,1% (35/97) que firma en la Euroliga y el todavía peor 33% (45/136) que consigue en la ACB.
Tras la marcha de algunos iconos baskonistas hacia la NBA, Teletovic ha sido nombrado capitán por delante de otros pesos pesados como Huertas o San Emeterio. Al balcánico aún le avalan, además de su calidad como baloncestista de alto nivel, su prolífica racha de títulos, donde ya ha conquistado 2 Ligas, 1 Copa y 2 Supercopas, su exhaustivo conocimiento de todos los entresijos del club y su compromiso total con los colores baskonistas que se tradujo el pasado ejercicio en su renovación hasta el año 2015. Sus detractores le achacan, eso sí, su falta de carisma, sus discutibles dotes defensivas o que no haya pulido otros aspectos del juego a la vista de sus primorosas condiciones atléticas.
sus problemas físicos No sirve como eximente para justificar su bajo estado de forma, pero Teletovic arrastra desde hace meses una inflamación crónica en una de sus rodillas que le impide rendir en su máximo esplendor. Tras renunciar en verano a los compromisos internacionales con su selección con el fin de descansar, los rectores azulgranas confiaban en asistir a la mejor versión de uno de los principales artilleros de la plantilla. Sin embargo, su deseo se está quedando hasta ahora en agua de borrajas pese a que el bosnio es el máximo anotador liguero con casi 14 puntos por duelo.
Para ahondar en su nerviosismo, la grada del Buesa Arena también ha censurado su precipitación a la hora de lanzar en varios tramos. Sin ir más lejos, en el partido de infausto recuerdo ante el Lietuvos Rytas, saldado con una dolorosa derrota, un amplio sector de la grada le dedicó una sonora pitada que el protagonista asumió con naturalidad.