los ángeles. Los Lakers siguen sin encontrar el rumbo que los guíe hacia su tercer título de la NBA consecutivo. Los californianos protagonizaron la sorpresa negativa de la jornada la madrugada de ayer, al caer derrotados en casa en el derbi californiano ante los Sacramento Kings (95-100), el tercer peor equipo de la liga que se llevó una justa victoria del Staples Center ante un equipo inexplicablemente agarrotado y bloqueado.
Sólo Kobe Bryant, que con sus 38 puntos se convirtió en el octavo máximo anotador histórico de la NBA superando a Hakeem Olajuwon, se salvó en un partido muy espeso de los vigentes campeones, que llegaron a perder por veinte puntos frente al penúltimo clasificado de la Conferencia Oeste.
Pau Gasol no esquivó el mal partido de su equipo y apenas pudo aportar nueve puntos y once rebotes en 37 minutos de juego, con un discreto 4 de 11 en tiros de campo. Antes del encuentro, Phil Jackson pidió a sus jugadores que olvidaran el próximo partido contra Boston Celtics, la revancha de la pasada final, pero no logró que los angelinos olvidarán ese compromiso.
Tras una primera parte equilibrada (55-59), el técnico de Sacramento, Paul Westphal, optó por reforzar el juego interior con Samuel Dalembert sobre Gasol y los Kings lo notaron con un parcial favorable de 22-6 que les permitió escaparse en el marcador.
El protagonista de la gran sorpresa de la jornada fue DeMarcus Cousins, que dominó en la pintura a Andrew Bynum para sumar 27 puntos y diez rebotes. El líder del Este, los Celtics, visita hoy el Staples Center (21:30 hora española) para medir el estado real del bicampeón