malmoe. La selección española tratará de rehacerse del varapalo que supuso la derrota sufrida ante Dinamarca en las semifinales para luchar con Suecia hoy (14.30 horas) por una medalla de bronce que serviría para premiar el excelente Mundial protagonizado por el equipo español. Un trabajo psicológico en el que se emplean, desde la conclusión del duelo con los daneses, el seleccionador Valero Rivera y sus ayudantes, que recalcaron a los jugadores la importancia de concluir la competición en el podio, aunque para ello deberán sobreponerse al aterrador ambiente que les regalarán los más de 12.000 aficionados suecos que se congregarán en el Malmoe Arena.
Esta medalla, la de bronce, ya se le escapó a España en las otras dos ocasiones en las que quedó apeada en las semifinales mundialistas, tras perder en Egipto en 1999 ante Yugoslavia y cuatro años después en Portugal ante Francia. Un mal sabor de boca que el conjunto español tratará de evitar en esta ocasión, tras un Mundial en el que los de Valero Rivera tan sólo han perdido un encuentro, en una semifinal en la que España llegó a los últimos cinco minutos de encuentro con empate en el marcador.
La empresa no será nada fácil. Suecia contará con el apoyo de un público que puede complicar la labor incluso de los colegiados. Este ambiente adverso tratará de contrarrestarlo España con la intensidad de su juego, especialmente en defensa, la fórmula que le ha permitido regresar, seis años después, a las semifinales de un Campeonato del Mundo.
La defensa abierta del equipo español volverá a ser el principal argumento de la selección para tratar de derrotar a un conjunto sueco que ha renunciado a su tradicional juego combinativo para refugiarse en la potencia de lanzadores como Oscar Carlen. El hijo del mítico Per Carlen representa los nuevos tiempos que vive el balonmano sueco, donde no hay cabida para la sutilidad que aportaban antaño otros jugadores más finos.