vitoria. Maider no tiene pelos en la lengua. Después de muchos años de esfuerzo y sacrificio, ha conseguido ganarse el respeto de rivales y jueces en el tapiz. Sin embargo, eso no quita para que aún en este deporte sigan cometiéndose injusticias que ella denuncia públicamente. Los países del este, con gran tradición en este deporte, suelen recibir tratos de favor. "Son las mafias" que ella detecta en el arbitraje. Alto y claro.
Siente que ya al ser una asidua en la lucha por las medallas en estos tres últimos años, ¿ya se ha ganado el respeto de las rivales?
Sí, eso está claro. La gente que estudia rivales, siempre va a estudiar a las competidoras que están arriba. No va a estudiar a la gente que nunca ha estado ahí. Yo sé que soy una persona estudiada, ya sabe todo el mundo lo que hago hasta ahora y por eso intento meter cosas nuevas.
¿Cree que existen países de primera, que cuentan con ciertos favores, mientras que otros siguen aún en un segundo vagón?
Sé que eso es parte del combate. Sabes que te puede tocar un árbitro que no te va a ayudar. De hecho, en el último mundial, en el combate ante la azerbayana, ¡uf! se vio ahí una mafia... Antes de subir al tapiz, cuando ves los árbitros que van a pitar, dices ¡uf! cómo no le gane de mucho, no tengo nada que hacer. Pero bueno, sabes que eso entra en el lote.
Se le ve resignada.
Bueno. Por suerte o por desgracia, hemos nacido en un país que no es de tradición y que además no tenemos árbitros internacionales. Entonces bueno, hay que aceptarlo.
¿Qué habría que hacer para poder cambiarlo?
Eso depende de los árbitros y cómo arbitren. Antes teníamos un árbitro que estaba en los mundiales, pero como digo yo, ahí están las mafias rusas. Un día arbitró en contra de un ruso y se lo cargaron.
Parece que si ya es duro estar arriba, con estas trabas mucho más.
Sí, pero es algo que yo no le doy importancia. Sabes que eso está ahí y tú no puedes luchar contra eso. Lo que tienes que hacer es ganar bien en el tapiz, porque si contra una rusa hay alguna duda, ya sabes que le van a dar a ella el combate.
Además, en su caso quizá es doblemente sacrificado ya que compagina el trabajo con los entrenamientos. ¿Cómo lo hace?
Pues no lo sé cómo lo hago. Hay veces que me agobio mucho, porque hay temporadas que el trabajo requiere que le dedique más horas. Pero bueno, luego de cara al Mundial que es cuando más centrada tengo que estar, ahí sí que el trabajo me permite dedicarme más a la lucha. Pero bueno, sí que hay momentos complicados. Como en todo. Pero bueno, he nacido así y yo creo que es algo que lo llevo dentro.
Quizá si se dedicara sólo a la lucha dejando de lado la quesería de Olaeta o deja el deporte, igual se aburre.
No sé si aburrirme, pero sí le daría más vueltas a la cabeza. Ahora estás más con los entrenamientos, todo el día para el deporte y al tener dos actividades, siempre tienes la mente ocupada. Pero si sólo te dedicas a la lucha, en cuanto te llegase una lesión tendrías un gran problema, ya que tu vida ha sido todo para el deporte y al llegar ese contratiempo da la sensación de que no tienes más vida.
Se le ve encantada al poder compaginar dos actividades tan exigentes.
Sí. Lo bueno es esto. Sé que si tengo algún problema y tengo que descansar un par de semanas, sé que me voy a poner con el trabajo y la quesería me va a servir para desconectar.
Viendo que le gusta compaginar trabajo y deporte, dentro de unos años, cuando deje la lucha y sólo se dedique a su actividad laboral, ¿sabrá cómo completar su tiempo?
Creo que no es un problema de qué hacer con tu tiempo, sino de cabeza y saber desconectar en cada momento y disfrutar con lo que te toca hacer. Pero bueno, creo que la lucha es algo que no lo voy a terminar de dejar del todo y siempre creo que va a estar ahí.