vitoria. "Me da mucha rabia porque creo que podía haber hecho una gran carrera". Todavía con la adrenalina elevada una hora después de la competición, a Javier Ruiz de Larrinaga le dolía más la oportunidad perdida que su codo derecho, notablemente inflamado tras una espectacular caída al comienzo de la tercera de las ocho vueltas que pusieron en juego el triunfo en el XII Ciclocross Internacional de Asteasu, disputado en la localidad guipuzcoana del mismo nombre.
Larrinaga se vio obligado al abandono tras un incidente inesperado. "Venía con fuerza porque después de una salida caótica en la que no se han respetado los puntos del ranking he tenido que remontar desde muy atrás. En una curva me he enganchado con la estaca y he dado una vuelta de campana. Me he pegado un tortazo impresionante y, aunque me dolía mucho el brazo, he llegado como he podido al puesto de control, pero poco después, en cuanto se me ha enfriado, ha comenzado a inflamarse y me he tenido que bajar", relató decepcionado.
De camino hacia un centro hospitalario en Vitoria y descartada cualquier rotura, Ruiz de Larrinaga se lamentó de la ocasión fallida de codearse con los grandes. "Ahora son todo suposiciones, pero creo que podía haber luchado por ser el mejor de los de aquí y pelear por los diez primeros. Había salido mal, pero ya estaba ahí y hoy -por ayer- a Murgoitio no le he visto súper. El circuito estaba mucho mejor para mí que el de Igorre y me notaba recuperado, pero... Ahora lo importante es que no tenga nada y que pueda correr el miércoles -carrera en Puente Viesgo (C2)- y, sobre todo, el domingo -en Alcobendas, donde se juega el triunfo final en la Copa de España-, que es en lo que más estoy pensando", subrayó.
La prueba guipuzcoana, por lo demás, tuvo poca historia. Poco antes del primer paso por meta, el campeón belga Sven Nys se quedó en solitario en cabeza de carrera y comenzó a ampliar las diferencias sobre un quinteto perseguidor compuesto por Pauwels, Albert, Sven Vanthoerenhout, Vantornout y Wellens. Éste acabaría disgregándose, con Pauwels segundo y Albert tercero cerrando un podio de lujo en Asteasu en la edición con la mejor participación en la historia de la carrera vasca.