Enfadado parecía irse Cristiano Ronaldo tras golear al Athletic y, camino de los vestuarios, el colosal delantero del Real Madrid desafió al Barcelona y emplazó al conjunto catalán a repetir el resultado que había logrado ante el Almería (0-8). "¿Que el Barça ha ganado 0-8? Eso no me dice nada. Vamos a ver si los mete el lunes", dijo Cristiano Ronaldo, que en los micrófonos de La Sexta también aseguró que no le importa el trofeo al máximo goleador del campeonato: "Eso no me importa. Estoy luchando por ganar la Liga".

A pesar de que hay Liga de Campeones de por medio -el Real Madrid juega en Holanda ante el Ajax y el Barcelona en Grecia con el Panathinaikos-, la intensidad inusual entre los dos equipos más grandes de la Liga parece succionar todo el interés. Los ocho goles del Barcelona, una de las goleadas históricas de la Liga, guillotinaron a Juanma Lillo, técnico del Almería, y se presentan ahora como un punto de fricción añadido entre dos conjuntos que andan a una velocidad distinta al resto. Ronaldo marcó tres goles y Messi también. Así viajan los grandes.

el reto de messi El mejor Leo Messi, que lleva anotados 22 goles en los 17 encuentros disputados en la presente temporada, llegará al gran clásico del lunes en el mejor momento, exultante de confianza y con un nuevo reto: marcarle por primera vez a un equipo entrenado por Mourinho.

Jugador genial, delantero letal, el insaciable Messi está en el mejor momento de su carrera. Lo demuestra partido a partido, lo certifican los 15 goles marcados en los últimos nueve partidos, las 22 veces que ha llevado el balón a la red en los 17 encuentros jugados esta temporada, con el Barça y con selección.

En Almería firmó su séptimo triplete, el octavo contando el póquer de tantos que consiguió el año pasado en la Liga de Campeones en el partido de vuelta de la eliminatoria ante el Arsenal. El argentino, que está dispuesto a batir todos los récords como barcelonista, tiene un nuevo reto entre ceja y ceja que puede superar el lunes, si es capaz de continuar con su racha y marcar un tanto al Real Madrid. Sería la primera vez que consigue marcar a un equipo entrenado por JoséMourinho, algo que no ha logrado ni cuando el portugués entrenaba al Chelsea (cuatro partidos) ni cuando el luso dirigía al Inter (tres).

Ronaldo, otro ejemplo de voracidad, espera en el bando contrario para arrebatarle protagonismo y aguarle la fiesta. "A ver si mete ocho el lunes", retumba.

Messi celebra uno de sus goles.

Ronaldo, feliz.

Lillo, antes de ser despedido