Repartido ya el título que descansa en las vitrinas de Toni Elías, malparado ayer con su caída, Moto2 volvió a ser la jungla que empezó siendo: un muestrario completo de adelantamientos, una oda a la valentía, un albergue para la sorpresa. Y ante semejantes patrones se sucedió una de las pruebas más lucidas del año con victoria para, cómo no, el inhabitual Stefan Bradl, la mayor promesa del motociclismo alemán, difuminado este curso entre la vorágine de la categoría intermedia. Pero el germano no es flor de un día y reverdeció tiempos pretéritos del 125, cuando se fajaba por las victorias.

Yonny Hernández y Kenan Sofuoglu, la gran sorpresa del fin de semana, lideraron con alternancia la prueba hasta que el primero se cayó y el segundo se topó con problemas mecánicos. Mientras, Iannone, que salió el trigésimo quinto, rodaba remontando hasta ponerse cuarto a siete vueltas del final. Sin embargo, terminó catando asfalto, al igual que Elías. Así, se dio paso a pilotos como Bradl, Baldolini, De Angelis o Redding, quienes pugnaron por el triunfo hasta el final. Por su parte, Simón, pese a acabar duodécimo, pudo ampliar su ventaja por el subcampeonato, pues Iannone terminó la prueba, pero fuera de puntos.