navacerrada. Ha ganado la Vuelta. ¿Cómo le va a cambiar la vida?

Ahora mismo no lo sé, no he tenido tiempo de pensarlo. Ganar la Vuelta me hace pasar a la categoría de gran corredor. Es una victoria importante. No sólo deportiva. A nivel personal estoy orgulloso porque el triunfo en una gran Vuelta es lo que siempre soñé desde niño.

Es el quinto italiano que logra llevarse la Vuelta, el último Giovannetti, hace ya 20 años.

Sí, había pasado mucho tiempo. Pero es que ganar la Vuelta es complicado porque los españoles la preparan muy bien. Es importante volver a llevar el maillot de líder de la Vuelta a Italia.

¿En algún momento ha sentido pánico porque Mosquera le robara la Vuelta?

Sabía que la parte más difícil eran los tres últimos kilómetros. Por la mañana teníamos claro lo que teníamos que hacer. Cuando Mosquera ha atacado estaba convencido de que tenía que regular y me he convencido de ello cuando he visto que no hacía diferencia. Yo he cogido mi ritmo y he esperado a los últimos metros para acercarme de nuevo.

Pero no conocía el puerto.

Ni éste ni ninguno de la Vuelta. Pero lo he visto en el ordenador. Además, es similar a Plan de Corones.

¿Cuál fue su peor día en la Vuelta?

Cuando perdí los 39 segundos con Joaquim, en Cotobello.

¿Piensa ahora en el Tour? ¿Puede ser un rival para Contador?

Alberto Contador es el número 1 de las grandes vueltas. Ha ganado todas las que ha corrido desde 2007. Es difícil batirle. Pero creo que si sigo creciendo puedo estar disputando un Tour con él. De todas maneras, aún no he planificado la próxima temporada. Correr Giro y Tour es complicado. Son incompatibles.

El Giro es la carrera que siente en el corazón, el Tour es la que tiene en la cabeza, pero la primera que ha ganado es la Vuelta.

Ha surgido así, sin más. Pero no puedo negar que para un italiano el Giro es lo máximo, la carrera más bella. El Tour es el tope de las grandes carreras. Aún así, el tercer puesto del Giro y los tres días de rosa y este momento que vivo ahora son de los más hermosos de mi carrera.

¿Qué queda del Nibali que empezó la Vuelta en Sevilla?

Todo. Soy el mismo. No he cambiado nada. Como tampoco lo hice cuando acabé séptimo en el Tour. O cuando fui líder en el Giro y subí al podio.

Basso ha dicho: "Todo el mundo quería a Nibali porque hasta ahora no ganaba, pero eso se acabó, ahora empezarán a odiarle".

(Ríe). Es cierto. Honestamente he de decir que en los últimos días no he tenido la sensación de ser muy querido. Todo el mundo estaba en mi contra.