El ex número dos del deporte en la extinta República Democrática Alemana (RDA), Thomas Köhler, se ha convertido en el primer funcionario en admitir públicamente la existencia del dopaje sistemático en ese país. Köhler justifica la práctica del dopaje asegurando que, a partir de los años 70, era la única forma para que los países del este de Europa siguiesen siendo competitivos en el ámbito internacional.