PARÍS. Valérie Fignon explicó que el estado de salud del ciclista, al que le diagnosticaron un cáncer intestinal hace un año y medio, se deterioró "bruscamente" al finalizar el pasado Tour de Francia, en el que ejercía de comentarista para la televisión pública francesa, con la voz rota a causa de la enfermedad.
Un día después del Tour tuvo un derrame, "no se pudo parar y la metástasis se extendió muy, muy rápido", relató la viuda, que explicó que tras ser examinado por los médicos Fignon pudo en cualquier caso salir del hospital para asistir a los Europeos de atletismo de Barcelona a finales de julio.
Tras esos campeonatos, Fignon tuvo que ser internado de nuevo hasta que falleció el pasado día 31 de agosto.
Valérie admitió que comentar el Tour de Francia había sido un esfuerzo demasiado grande para su marido, aunque puntualizó que le servía de "terapia" y que recibía "numerosos mensajes de afección y apoyo" por combatir una enfermedad que cayó en la familia como un jarro de agua fría, cuando se le detectó en 2009.
"Él fue bastante fatalista. Fue duro de encajar. Para mí también (...), pero me dijo: Saldremos adelante. Hay mucha gente que se cura", comentó la viuda.
Confesó también que no tuvieron tiempo de decirse adiós porque "hasta el final no creyó que iba a morir", pero que durante este año y medio de convivencia con la enfermedad compartieron momentos "muy fuertes".
"Fue un buen marido, alguien con el que se podía contar siempre.
Pasé muy buenos momentos con él. Lo voy a echar en falta", concluyó Valérie Fignon, que mantenía una relación sentimental con el ex ciclista desde hace diez años, y con el que se casó hace dos y medio.
Ganador de dos Tours (1983-84) y de un Giro de Italia (1989), Fignon es enterrado hoy en el cementerio parisino de Père Lachaise.