Desde que llegó a Euskaltel-Euskadi, ¿recuerda una Vuelta a la que el equipo llegase tan desahogado como la presente?

No, creo que no, pero ahora mismo no le doy una importancia excesiva a eso. Estamos a las puertas de una Vuelta en la que tenemos marcado un objetivo muy claro y cuando eso ocurre no piensas en lo que has hecho antes. Si lo hiciéramos nos relajaríamos y eso sería fatal. Pero sí, no lo voy a negar, llevamos un año mucho mejor de lo que yo esperaba.

Samuel ha triunfado en el Tour y ha rozado el podio; los chavales, Izagirre, Sicard, Castroviejo, Intxausti y Antón responden con victorias y actitud; los patrocinadores avalan al equipo con su apoyo incondicional… Es la situación ideal.

Pero lo realmente sorprendente, al menos para mí, se resume en dos puntos: primero, lo bien que han respondido los jóvenes, algo muy importante para un equipo de cantera; y, segundo, que hemos ganado 13 carreras con siete ciclistas diferentes, lo que no suele ser habitual en un equipo que en los últimos años se ha tenido que encomendar a Samuel, Koldo Fernández de Larrea e Igor Antón.

En todo esto hay un peligro: los resultados avalan al equipo esta temporada, pero como en la Vuelta no se cumplan las expectativas…

No veo ese riesgo. No vamos a hacer una mala Vuelta.

¿Tan convencido está?

Sí, porque hemos hecho un gran Tour con corredores que ahora no están en la Vuelta, mientras los que tenían planificada esta carrera desde el principio de año han podido descansar y prepararse. La Vuelta es su gran objetivo y lo van a hacer bien. Soy optimista, no veo razón para no mantener el nivel.

Se palpa cierta euforia antes de partir a Sevilla. ¿Eso es bueno?

No creo que haya euforia, sino confianza. A Igor (Antón) le he dicho que es capaz de culminar su forma de correr con victorias importantes, como ha hecho antes en etapas reinas de carreras como el Tour de Romandía, la Vuelta a Suiza, Castilla y León, Urkiola… Y llegamos a la Vuelta en su temporada de recuperación, porque Igor está restablecido, y su meta no es otra que luchar por victorias en la montaña y, también, el podio, que ya lo tuvo como objetivo hace dos años, cuando se cayó en El Cordal.

Podio. ¿No ve a Igor más arriba? Ganando la Vuelta, para ser claros.

Ver sí que le veo, Igor tiene talento para ello, pero marcarse como objetivo ganar la Vuelta supone sacrificar muchas cosas.

¿A qué se refiere?

Si juegas a ganar tienes que economizar las fuerzas. Uno de los mayores ejemplos es la forma en la que corrió Valverde el año pasado, olvidándose de las etapas y sabiendo que ganar la Vuelta era lo prioritario. Los objetivos parciales, de momento, son más reales para nosotros. Si conseguimos la primera victoria de etapa, algo muy importante, luego se puede uno replantear si volcarnos en la lucha por el podio. De todos modos, no quiero pasarme las dos primeras semanas de la Vuelta esperando a ver lo que sucede porque hay candidatos para estar arriba.

Hay que insistir: hay mucha gente que ve a Antón en lo más alto del podio de Madrid.

Que no, yo no lo veo.

¿Por qué? Soñar es gratis.

Ya, pero hay que ser realista. Creo que hay que ir paso a paso. Y con esto no quiero decir que no confíe en Igor. Nada de eso. Igor para mí es especial. Es el presente indiscutible del ciclismo vasco, el ciclista que más talento tiene. Tiene que seguir madurando y sí, quizás, aunque me contradiga, pueda ser su año, pero no es bueno crear expectativas tan ambiciosas para que luego no se cumplan y…

¿Y?

Ocurra lo que suele ocurrir en estos casos.

El recorrido le va. Quizás, después de su año, esté en la mejor forma de su vida. ¿Qué más le hace falta?

Está claro que ha hecho un gran curso. Lo planteamos como está saliendo. Samuel por un lado e Igor y, luego, Beñat, que ha despuntado en primavera, por otro. Pero hay que tener los pies en el suelo. Que nadie olvide que luchamos contra Menchov, los Schleck, Nibali, Mosquera...

¿Teme que a Antón le pese la presión como en otras ocasiones?

Sinceramente, no lo creo. Igor no huye de la presión como se dice, sino que la reclama. Ahora es consciente de que tiene que hacerlo bien y lo asume. La presión se la mete él mismo. Quiere estar con los mejores. Ha madurado mucho en ese aspecto.

Que Igor y Beñat no estuviesen en el Tour hizo que se alzaran algunas voces críticas. ¿Cree que ahora la gente lo entiende mejor?

Acepto que la afición siempre quiere que los mejores ciclistas estén en el Tour. Lo entiendo, pero yo tengo que hacer una planificación pensando en el bien del equipo. Después de la Vuelta al País Vasco, Beñat sí me dijo que quería correr el Tour; Igor, no. No cambié la planificación y las cosas han ido bien, hemos tenido suerte y en este momento la presencia de Igor y Beñat en la Vuelta hace que la afición se muestre ilusionada. Si hubiese ido al Tour, ninguno de los dos estaría ahora para hacer algo grande en la Vuelta.

Ganar una grande es una de las asignaturas pendientes de Euskaltel. ¿Le obsesiona?

Ganar una grande y hacer podio en el Tour, vestir el arco iris, hacer algo en el Giro… Es mucho lo que nos queda. Trabajamos para ello.

Si Antón es el líder del equipo en la Vuelta, Beñat es…

Un ciclista muy importante que tendrá sus oportunidades pero que siempre estará ligado a Antón. Igor es la apuesta en la Vuelta y habrá que estar pendientes de él, pero eso puede ser beneficioso para Beñat.

Si se habla tanto de Antón, ¿Euskaltel-Euskadi deberá ser un referente en la Vuelta?

No, eso sería un error. No lo somos. La responsabilidad, en principio, es del Saxo Bank o el Rabobank, o equipos de corredores que han demostrado cosas en las grandes. Pero todos saben que Igor es peligroso, no es un secreto. Y eso quiere decir que no le van a dejar un metro.

El equipo de 2011 lo tiene usted casi perfilado. Euskaltel ha renovado en agosto a su columna vertebral.

Pero aún hay corredores por renovar que estarán en la Vuelta y tendrán la oportunidad de demostrar que se merecen seguir. Hemos hecho la base, pero nos queda aún trabajo por hacer.

Mantiene el bloque con la ausencia de Intxausti.

Es difícil mantener a todos. Incluso llegué a pensar que Samuel se nos marchaba porque tuvo ofertas fuertes. Al final, se impuso su deseo de quedarse. Como en el caso de Antón y Sicard. ¿Beñat? Ha estado un año en el equipo y ahora considera que puede crecer más en otro sitio. Lo acepto. No niego que para nosotros es una baja importante porque ha generado mucha ilusión.

¿Su marcha resta potencial a este Euskaltel?

Si quitamos lo que ha hecho Beñat y nos quedamos con los logros del resto… Beñat ha ganado una de las 13 carreras del equipo y por eso creo que no nos resta potencial, no de forma alarmante. Pero también es verdad que en el equipo Beñat ha tenido mucha presencia, que ha ido creciendo durante este año y que en la Vuelta al País Vasco nos dio un tercer puesto importantísimo.

¿Ha rastreado el mercado buscando un sustituto para 2011?

No, no se puede. Beñat, como Samuel o Igor, no tiene sustitutos en el mercado. Es nuestro problema. Los demás equipos, si no fichan a uno fichan a otro aún más importante. Rastrean el mercado y cogen a un italiano, a un checo… Nuestra gran fuerza es que nuestros corredores son todos vascos y eso, a su vez, es nuestra gran debilidad a la hora de fichar. Ahora se nos ha ido Beñat, pero si también se hubiesen marchado Samuel e Igor, nos quedamos sin nada.