Rudisha tuvo que afrontar los últimos 300 metros de la carrera en solitario porque nadie fue capaz siquiera de hacerle sombra sobre el tartán de Berlín. Foto: efe

berlín. El keniano David Rudisha, de sólo 21 años, puso ayer su sello a la reunión de Berlín rompiendo el récord mundial de los 800 metros al correr la distancia en 1:41:09, dos centésimas por debajo del registro que tenía el danés -también nacido en Kenia- Wilson Kipketer desde el 24 de agosto de 1997.

El récord de Rudisha hizo pasar a un segundo plano el regreso a la capital alemana de la sudafricana Caster Semenya, campeona mundial de la misma distancia, que corrió su tercera competición desde que regresó a las pistas tras un calvario de 11 meses en los que tuvo que someterse a diversas pruebas médicas para confirmar su feminidad. Semenya ganó en los 800 metros entre las mujeres, aunque el personaje del día fue, sin discusión, Rudisha.

Lo fue por su fulminante récord del mundo en una carrera en la que hizo una auténtica demostración de superioridad sobre todos sus rivales. Rudisha dominó la carrera de punta a punta sacando una clara ventaja a sus competidores y tuvo que correr los últimos trescientos metros práctiamente en solitario.

El keniano había sido presentado como uno de los grandes atractivos de la reunión de Berlín, a la que llegó con la segunda mejor marca de todos los tiempos (1:41.51), y se había dicho que, si continuaba su progresión, era de esperar que terminaría rompiendo el récord de Kipketer. No obstante, nadie se había atrevido a pronosticar que iba a ocurrir justamente en Berlín.

Sin embargo, tras la carrera, Rudisha dio a entender que el récord era su objetivo aunque había evitado hablar de ello antes de la prueba, tras quedarse, hace un año, fuera de la final en los Mundiales.

La liebre fue el también keniano Sammy Tangui, que completó la primera vuelta en 48.65, para dejar luego a Rudisha solo ante su objetivo y con sus perseguidores a una distancia astronómica. Rudisha pasó los 600 metros en 1:14.54 y era claro que ya no estaba corriendo contra los otros atletas, sino contra la historia. Al final, le sacó más de tres segundos a su más inmediato perseguidor, su compatriota Boaz Kiplagat Lalang.

Rudisha es el único atleta en activo que ha bajado de la barrera mágica de los 1:42 y antes de él sólo lo habían logrado Kipketer y el legendario Sebastian Coe, hoy presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Ahora la pregunta es si Rudisha no podrá al final ir más lejos y romper incluso la barrera de los 1:41. Considerando que se trata de un atleta que todavía no ha cumplido los 22 años -los cumple el 17 de diciembre de este año- las posibilidades de que lo consiga son bastante grandes.