"it"s time for Big Marc", es lo que se oye en la presentación de los Grizzlies en el FedEx Forum. Y lo dicen porque Marc Gasol se ha convertido en poco tiempo en uno de los pívots más dominantes de la NBA. Ahora afronta el reto de sustituir a su hermano Pau como referente de la selección española. El camino recorrido por el pívot catalán no ha sido nada fácil, y es el momento de demostrar todo lo que ha aprendido.

inicios

Detrás de su hermano Pau

El miércoles 27 de junio de 2001, en el Madison Square Garden, Pau Gasol era elegido en el número tres del draft para entrar en la NBA. En su periplo americano le acompañó toda su familia, incluido su hermano mediano Marc. Los informes de la cantera blaugrana, en la que se habían criado ambos, aseguraban que Marc iba a ser mejor que Pau, pero el viaje a tierras norteamericanas iba a trastocar su formación. El actual pívot de Memphis empezó a jugar en el Lausanne Collegiate School, un instituto con mucho nivel académico, pero no deportivo. De hecho, sólo con la llegada de Gasol, el equipo de baloncesto se convirtió en el mejor de la región. Marc promedió 27.5 puntos, 12.5 rebotes y 5.7 tapones y la diferencia tanto física como técnicamente con sus compañeros y rivales era abismal.

Los padres de los Gasol siempre han dado prioridad a lo académico. Incluso Pau, antes de sobresalir, aprobó primero de Medicina en Barcelona. Por eso el Lausanne fue el elegido para educar a sus hijos. El problema es que ahí se estancó la proyección de un Marc que seguía creciendo y alcanzó los 215 centímetros en su último año de instituto.

Vuelta a barcelona

Ostracismo blaugrana

El Barcelona recuperó a La tanqueta para la ACB. Con 18 años, el equipo blaugrana prefirió que se entrenase con el primer equipo pero que jugase en el de EBA acompañado por su amigo Víctor Sada y por la gran promesa holandesa (que luego se quedó en nada) Remon Van der Hade. Durante dos años alternó sus partidos de nivel ACB con otros de EBA. Marc estaba muy fuera de forma. Su figura no parecía la de un deportista profesional, o la de alguien que quiere llegar a serlo.

El por entonces entrenador del Winterthur Barcelona, Svetislav Pesic, siguió confiando en él, pero la llegada de Dusko Ivanovic fue su sentencia como blaugrana. El actual técnico del Caja Laboral le defenestró al fondo del banquillo y apenas le concedió oportunidades. Parecía que el apellido Gasol le pesaba demasiado: mientras su hermano triunfaba en la NBA, él no se hacía un hueco en la plantilla del Barcelona. Sus posibilidades de triunfar parecían agotadas, hasta que apareció Pepu Hernández.

El cambio

Oro en Japón y salida a Girona

Al acabar esa temporada, tanto Gasol como el Barcelona buscaron una salida para que progresase. Ésta fue el nuevo rico (posteriormente desaparecido) de la ACB: el Akasvayu Girona. El equipo estaba entrenado por Pesic, que seguía confiando tanto en él como en Víctor Sada.

Antes de incorporarse, Marc decidió tomarse unas merecidas vacaciones. Cuando estaba a punto de salir a disfrutarlas recibió la llamada de Pepu Hernández. Se había lesionado Fran Vázquez y quería que Gasol fuese invitado a la concentración para que luchase por el puesto vacante. Las críticas no tardaron en llegar: que si era el hermano de Pau y por eso iba, que si había muchos pívots mejores que él... la lista fue interminable.

Marc hizo oídos sordos y lo sintió como una oportunidad. Trabajó en todos los entrenamientos como el que más y acabó llevándose el puesto. Si las críticas ya eran importantes, cuando Pepu decidió llevarlo a Pekín, pocos no le atacaron. Según fueron pasando los partidos, Marc realizaba su labor defensiva de manera sobresaliente y ofensivamente se soltaba de vez en cuando.

Su momento cumbre vino en la final. En ese partido, la ausencia de su hermano hacía presagiar lo peor. Además había que parar a la bestia Sofokles Schorchianitis, que llevaba un Mundial espectacular. Pero no pudo con Marc, quien dio una lección defensiva y se consagró. Aquellas predicciones que le auguraban un gran futuro tal vez no se habían equivocado.

consolidación

"MVP" de la ACB, y a la NBA

Marc volvió de Pekín con la mentalidad totalmente cambiada. Hasta ese momento los palos habían sido demasiados, pero después del Mundial descubrió que la posibilidad de hacerse un nombre y dejar de ser el hermano de se encontraba a su alcance. Su primera temporada en el Akasvayu ya denotó una clara mejoría con 10,8 puntos, 5,6 rebotes y casi un tapón por partido. Al acabar esa campaña fue seleccionado por los Lakers en segunda ronda. Pocos meses después, sus derechos viajaron hasta Memphis en el traspaso que llevó a su hermano al equipo angelino. El equipo de Tennessee puso como condición para dejar escapar a Pau que su hermano pasase a Grizzlies. Entonces parecía una idea loca. Pero ya en esa temporada, Marc les acabó dando la razón. Fue mejor jugador de la semana once veces y, obviamente, el MVP de la temporada.

Al finalizar esa campaña 2007-2008 muchos equipos le querían. Especialmente el Barcelona, que veía como el jugador al que había dejado escapar era el más dominante de la ACB. Pero Gasol lo tenía claro y se marchó a la NBA.

A finales de enero de 2009, los entrenadores asistentes le designaron como uno de los integrantes del equipo de los rookies que habría de enfrentarse a los jugadores de segundo año en el All Stars de Phoenix. Al término de la temporada regular, entra en el 6º puesto como novato del año, por detrás de Derrick Rose y O.J. Mayo, de su mismo equipo, entre otros. También en esta temporada le arrebata uno de los récords de franquicia a su hermano Pau, que es el de porcentaje de tiro de campo.

Esta última campaña, su crecimiento ha ido a la par que el de Memphis para consolidarse como uno de los equipos más prometedores de la Liga.

Ahora todo ha pasado y a Big Marc le toca dar otro paso más en su carrera. Le toca ser el referente de la selección española de baloncesto en el Mundial. Sin su hermano ya demostró en la preparación del Eurobasket que está capacitado para aglutinar el juego en la pintura. Además, Scariolo le ha dado los galones. Sólo queda esperar. Es tiempo de Big Marc.