BARCELONA. Lo que iba a ser una noche más en un hotel deconcentración, tan anodina como tantas otras, se convirtió hace un añoen Coverciano (Italia) en una tragedia que zarandeó a un equipo y a unclub, el Espanyol, que sufrió la pérdida de su capitán, Dani Jarque,por un ataque al corazón a los 26 años de edad.
Mañana, 8 de agosto, se cumple un año del fallecimiento de Jarque,la noticia que conmocionó al fútbol español menos de dos años despuésde la muerte de Antonio Puerta. Seis días antes, Jarque había sido elcapitán del Espanyol en la inauguración del nuevo estadio de Cornellà,un día festivo con el Liverpool como invitado.
Después de estrenar el campo, el Espanyol se fue a Italia a cumpliruna de las tradicionales giras de verano, con tres amistosos previstosante Nápoles, Bolonia y Livorno. El 5 de agosto jugó en Nápoles yposteriomente se concentró en Coverciano, cerca de Florencia, dondehabitualmente se reúne la selección italiana de fútbol.
Pero en la noche del 8 de agosto, sábado, Jarque no bajó a cenar conlos demás. Se había sentido indispuesto durante la tarde y no había idoa visitar Florencia con algunos de sus compañeros.
Alarmado, Ferran Corominas, compañero de habitación, fue a ver quéocurría y se encontró a Jarque inconsciente. Le trasladaron a unhospital, pero no pudieron reanimarle. Más tarde se supo que Jarqueestaba hablando por teléfono con su novia cuando se desvaneció y quefue ésta quien avisó a Corominas, conocido futbolísticamente como Coro.
"Ahora, un año después", rememora Coro en conversación con EFE, "latristeza no se ha ido, pero procuro quedarme con todos los momentosbuenos que vivimos. El recuerdo de Dani está presente cada día y sehace duro estar sin él, pero recuerdo muchos momentos que pasamosjuntos y a veces se me escapa incluso alguna sonrisa nostálgica".
Después de que se confirmase la muerte de Jarque, el vestuario pasó"unos días terribles", recuerda Iván de la Peña, su sucesor comocapitán. "Eso algo que nunca se olvida. Fueron momentos durísimos yahora, la única alternativa que tenemos es tenerle muy presente y tirarhacia delante. Su recuerdo siempre está con nosotros, cada día". De laPeña espera lucir pronto el brazalete de capitán, que desde mediadosdel curso pasado lleva inscrito el dorsal '21' que portaba Jarque.
Con ese mismo dorsal saldrán mañana, en el Trofeo Carranza, todoslos jugadores del Espanyol. Será su particular homenaje a Jarque en elprimer aniversario de su muerte. A partir de entonces, su dorsalvolverá a quedar vacío. "Nuestra intención es que ningún jugador llevenunca más ese número", asegura Coro.
La imagen de los futbolistas del Espanyol con el '21' a la espaldaen Cádiz revivirá las muestras de duelo que se vivieron hace un año entoda Europa: la selección española, que jugó un amistoso en Macedoniael 12 de agosto, escuchó el himno con unas camisetas especiales,también con el número 21 y con el nombre de Jarque. Lo mismo que elRacing, que disputó un amistoso el 11 de agosto en el campo delNápoles, el último en el que Jarque jugó un partido de fútbol.
Y por supuesto, en Barcelona se sucedieron las muestras de dolor.
Tras conocerse la noticia, de manera espontánea, los aficionados seacercaron a la puerta 21. Su compañero Nico Pareja, que no habíaviajado a Italia porque tenía previsto viajar con su selección,depositó su camiseta en la puerta 21 esa misma noche. Hoy, la puerta 21es un homenaje permanente al jugador. Una placa y un mural formado poruna selección de los objetos entregados por los aficionados le recuerda.
El funeral por Jarque congregó en el nuevo estadio del Espanyol a14.000 personas y a todos los representantes del fútbol español, conFlorentino Pérez y Joan Laporta al frente de la representación de susclubes. Amigos, ex jugadores, compañeros de cadetes, juveniles o delprimer equipo pasaron por la capilla ardiente en una jornada deintensas emociones.
Poco a poco, el equipo se recompuso y el club salió adelante.
Meses después de su fallecimiento se publicó un libro sobre su vida,'El cielo es blanquiazul'. Se inauguró la placa y el mural que lerecuerdan en la puerta 21, bautizada oficialmente con su nombre, y seanunció que todos los equipos del fútbol base llevarían el brazaletecon el dorsal 21 bordado.
Un año después, no sólo el Espanyol sigue teniendo muy presente aJarque. También los amigos que dejó en otros equipos, como AndrésIniesta, que dedicó su gol en la final del Mundial a su amigofallecido, un gol inolvidable con una dedicatoria inolvidable.