Regresa a casa después de muchos años lejos de Vitoria.

Ya han pasado unos cuantos años dando vueltas por ahí y yo creo que ya era hora de volver a casa. Me han dado esta oportunidad de volver a jugar en el Alavés y la verdad es que cuando me llamaron tampoco me lo tuve que pensar mucho.

Usted se formó en la cantera y tuvo la oportunidad de debutar con el primer equipo en Primera División en los años dorados ¡Quién se podía imaginar que el club iba a regresar a este pozo!

La verdad es que nadie podía esperar algo así. Vivimos unas temporadas mágicas. Salimos de Segunda División B, ascendimos a primera y el colofón fue aquella final de la Copa de la UEFA. Nadie entonces podía pensar que íbamos a volver al lugar donde nos encontramos ahora. Fueron años muy bonitos, pero la realidad es la que vivimos ahora y lo que tenemos que intentar entre todos es devolver al club adonde se merece.

Como alavesista, ¿cómo ha vivido este descalabro?

Con mucha tristeza porque a ningún alavesista le gusta ver a su equipo donde está en estos momentos. Las cosas no se han hecho bien en el pasado y ahora tenemos la oportunidad de enderezar esos errores y devolver al Alavés al lugar que se merece de forma definitiva.

Tras una temporada del equipo en Segunda B, queda la sensación de que caerse es muy fácil y levantarse cuesta muchísimo.

Bajar de categoría es muy fácil porque basta con hacer las cosas mal, pero los ascensos son otra cosa porque necesitas hacerlo muy bien y, además, tener bastante suerte. Hacer las cosas bien no te garantiza nada, pero debe ser el primer paso y después acompañarlo con esa pizquita de suerte que siempre tienen los campeones.

Hace mucho que abandonó Vitoria en busca de nuevos retos, ¿cómo ha cambiado?

Salir fuera de casa te hace madurar antes, te sirve para conocer mucha gente y vas aprendiendo mucho de este mundo de fútbol que es tan complejo. Tengo treinta años, llevo ya unos cuantos jugando y por cada sitio que pasas vas aprendiendo cosas nuevas, cogiendo distintos conceptos de cada entrenador y almacenando todo dentro.

Regresa con una edad perfecta.

Llevo muchas experiencias en la mochila y, afortunadamente, la mayoría positivas, aunque siempre hay alguna negativa de la que también se aprende. Tanto en la victoria como en la derrota hay que encontrar un aspecto positivo. Me ha tocado vivir muchas situaciones en el fútbol e intentas ir aprendiendo poco a poco, a veces a base de tropezones, y esa experiencia que vas adquiriendo la tengo que poner ahora a disposición del equipo para lograr la meta del ascenso.

Evolución como persona y también como jugador. Se marchó del Alavés siendo un hombre de banda izquierda y ahora se le requiere como organizador en el centro.

La idea de la dirección deportiva es que aporte mi granito de arena en las tareas de creación y la verdad es que es una posición en la que he venido jugando regularmente a lo largo de las tres últimas temporadas. El centro es diferente a la banda, pero hay que amoldarse a las situaciones que en cada momento se plantean e intentar dar el máximo rendimiento en cada sitio para ayudar al equipo.

Tal y como se plantea este nuevo Alavés, con una idea de manejar el balón y ser un equipo ofensivo, esa figura del generador de juego se perfila como fundamental.

La verdad es que todo el peso del fútbol del equipo pasa por el centro del campo. La idea es darle mucha ligereza y rapidez al pase del balón en esas zonas y ser un equipo muy vertical y muy agresivo.

Su fichaje se oficializó al arrancar la semana, pero ya llevaba tiempo cerrado, ¿cómo fue el proceso?

Muy rápido. Cuando dos personas quieren algo todo se hace con celeridad. Gorka Etxeberria se puso en contacto conmigo y me planteó lo que quería, su idea de equipo y cómo se quería plantear el nuevo proyecto deportivo. Todo lo que me contó me gustó mucho y después todo vino muy rápido porque las dos partes estábamos de acuerdo.

¿Qué supone su regreso?

Volver a casa, al equipo de tu ciudad y al club de toda tu vida es algo muy bonito. Además, intentar ayudar al equipo a que regrese a Segunda División es un reto muy importante y con esa ilusión vuelvo.

El objetivo es claro.

Es claro y no puede se otro. Cuanto antes regrese el Alavés, muchísimo mejor, tanto para el club como para la ciudad. Y, para conseguir el ascenso, el camino más corto es quedar primero de grupo porque te da esa doble oportunidad de jugar primero una eliminatoria de campeones y luego, si pierdes, tener la oportunidad de una repesca.

Ahí es donde usted puede aportar mucha experiencia con tres ascensos a sus espaldas, el último de ellos con el Real Unión con este mismo formato de competición.

Con este sistema de play off el premio gordo se lo llevan los cuatro campeones de grupo porque cuentan con esa doble oportunidad que supone una ventaja muy importante con respecto al resto de equipos que luchan por el ascenso. Es muy importante ser primeros y por eso tenemos que mentalizarnos desde el principio para conseguirlo.

En este sentido, y aunque no se conoce aún el grupo, sólo viendo a los rivales vascos queda claro que la empresa no va a ser sencilla.

Alavés, Real Unión y Eibar vamos a estar ahí casi con total seguridad. Lo bueno que tiene esto es que nos conocemos todos muy bien porque somos equipos cercanos, pero, además, seguro que tenemos otros rivales importantes de otras comunidades.

¿Qué le parece la configuración del nuevo equipo?

Personalmente conozco a pocos jugadores, pero la plantilla pinta muy bien con muchos refuerzos importantes y con mucha experiencia dentro de la Segunda B, que es algo que viene muy bien a lo largo de la temporada. En lo que se refiere a Álvarez Tomé, se trata de un técnico que ha hecho muy buenos años en todos los equipos que ha estado. Fue el entrenador de la Ponferradina justo antes de que yo fuese allí y me dieron muy buenas referencias porque es un técnico al que le gusta jugar al fútbol.

Ese parece el camino del Alavés, intentar sacar provecho de la calidad y del campo de Mendizorroza.

Mendizorroza tiene que ser una de nuestras bazas, que a los rivales se les haga muy grande el campo y aprovechar nuestra calidad, pero no podemos olvidar que nos tenemos que poner el mono de trabajo desde el día 12 de julio porque sin trabajo es imposible lograr los objetivos.