Rustenburgo. La Inglaterra de Fabio Capello está en una situación inesperada. Se preveía que el duelo de hoy ante Eslovenia iba a ser un formulismo, pero los dos empates anteriores obligan a los pross a ganar para asegurar el pase a octavos. Y deberán hacerlo en un clima alborotado. Los ingleses están lejos de ser el cabaret que es Francia, pero desde el triste 0-0 contra Argelia se sucedieron rumores, aclaraciones de los jugadores de que no están en contra de su técnico y un hecho objetivo: no prosperó una reunión extraordinaria entre plantel y entrenador, solicitada por John Terry, por falta de apoyo de sus compañeros.

"Probablemente uno o dos no sean felices, pero la mayoría lo es", dijo a la emisora británica BBC Capello, acusado por lo bajo por su ex capitán de hacer demasiado restrictivas y aburridas las concentraciones. "Los jugadores no están de vacaciones", recordó el férreo italiano, en un mensaje interpretado como directo hacia Terry. Y en la cadena televisiva ITV, Capello volvió a hablar del defensor del Chelsea. "Cada vez que tenemos un encuentro, le pregunto al capitán: ¿Problemas? ¿Quieres decir algo? Nunca me ha dicho nada. Después leí lo que John Terry dijo. No entiendo por qué no habla conmigo".

En ese clima, los ingleses deberán llevarse la victoria en Bloemfontein para no tener que mirar lo que hicieron Estados Unidos y Argelia en Pretoria y sacar la calculadora para saber si está entre los mejores 16 selecciones del Mundial. Deberá hacerlo con Terry en el campo, haciendo dupla de centrales con Matthew Upson. Carragher está suspendido y King aún no está recuperado de su lesión. En el resto de la formación, al cumplir Capello con la máxima de entregarla sólo dos horas antes del inicio del encuentro, hay algunas dudas sobre quiénes saltará al césped. ¿Jugará finalmente Joe Cole como pidió públicamente Terry? ¿Seguirá en el once el veterano delantero Heskey, muy criticado?

Inglaterra, cuya prensa tituló el día del sorteo que el que le había tocado era "el mejor grupo después de Los Beatles", no sólo deberá ganar, sino que deberá demostrar que los conatos de rebelión están en el olvido.