ALEMANIA: Neuer; Lahm, Mertesacker, Friedrich, Badstuber (Min. 77, Gómez); Özil (Min. 71, Marin), Schweinsteiger, Khedira, Müller (Min. 70, Cacau); Klose y Podolski.
SERBIA: Stojkovic; Ivanovic, Subotic, Vidic, Kolarov; Krasic, Ninkovic (Min. 70, Kacar), Kuzmanovic (Min. 75, Petrovic), Stankovic, Jovanovic (Min. 79, Lazovic; y Zigic.
Gol: 0-1: Min. 38; Jovanovic.
Árbitro: Undiano Mallenco (España). Expulsó a Klose por doble amarilla en el minuto 37. Amonestó a Khedira, Lahm y Schweinsteiger por Alemania; y a Ivanovic, Kolarov, Subotic y Vidic por Serbia.
Incidencias: Estadio Nelson Mandela de Puerto Elizabeth, ante 40.000 espectadores. Segunda jornada del grupo D.
vitoria. Licenciado en Sociología y llamado a suceder en el trono arbitral a Mejuto González, el navarro Undiano Mallenco cobró un protagonismo innecesario en su estreno en un Mundial. Pudiendo tirar de la teoría de su especialidad universitaria, prefirió extralimitarse en la aplicación del reglamento y expulsar en el minuto 37 a Klose, faro germano, mostrándole una amarilla tan rigurosa como la que ya le había enseñado poco antes. El daño que hizo a la tropa de Löw, no sólo ayer sino de cara al trascendental próximo partido contra Ghana, quedó evidenciado sesenta segundos después, cuando Jovanovic firmó el gol que, a la postre, otorgó a Serbia un triunfo vital, y que fue refrendado por su meta Stojkovic tras el descanso cuando detuvo un penalti al negado Podolski. Una forma más de avivar la emoción del torneo.
Pronto se percató Alemania de que enfrente no tenía a la cuadrilla australiana aunque tampoco la de Antic se emplea de manera solidaria sino que funciona más a golpe de corneta. Con Özil más timorato, una intermitencia habitual en su currículum, el colegiado quiso cortar cualquier atisbo de peligrosidad en un santiamén, y quien lo pagó caro fue él. El conjunto serbio impidió al rival adornarse con asistencias telegráficas y siempre se anticipaba al último pase, y los alemanes, que ya enterraron en el cajón su vetusto fútbol directo, se sintieron incómodos en todo momento, con Müller fuera de cobertura y el colectivo escaso de ritmo. Para más inri, Krasic, por la derecha, y Kolarov y Jovanovic, por la izquierda, comenzaron a abrir la cancha y a centrar. Peligro cantado.
La decisión de Undiano de mandar a la ducha a Klose cuando buscaba más el balón que una pierna alteró el biorritmo germano, trasquilado de inmediato. El gol serbio fue de pizarra: penetración hasta el fondo de Krasic, prolongación aérea de Zigic y remate desde dentro del área pequeña de Jovanovic, libre de marca. Un zambomzabo de Khedira al travesaño al filo del descanso avisó sin embargo de que los balcánicos sudarían la victoria. Y más si optaban por lo que hicieron, pertrecharse atrás y regalar el cuero, lo que aprovecharon los alemanes para cercar a Stojkovic. Sin embargo, no era el día de Podolski, quien entre el minuto 57 y el 59 desperdició a bocajarro dos oportunidades inmejorables para llevar la justicia al marcador. Su tercera ocasión no se hizo esperar. Vidic, como Kuzmanovic ante Ghana, sacó la mano a pasear en un balón colgado y fue el linier Fermín Martínez quien se percató de la pena máxima. El polaco del Colonia se topó entonces con los reflejos de Stojkovic, un jarro de agua fría que sepultó a los de Low.
opciones para sentenciar Incluso fue Serbia quien dispuso posteriormente de peligro real para sentenciar el encuentro gracias a la melena al viento de Krasic, con ese aire parecido al del príncipe de las galletas: primero, en un chut al palo de Jovanovic; luego, en una peinada al larguero de Zigic; y por último en un acción que Kacar, sin incordio, no acertó a culminar. La recta final fue un quiero y no puedo con sendas escuadras dando muestras de estar agotadas físicamente. Más les vale reponerse, y principalmente Alemania, que deberá rehabilitarse psicológicamente de este golpe después del rosario de elogios que aglutinó en su estreno. A expensas de lo que hoy suceda en el Australia-Ghana, tendrá que doblegar a los africanos el próximo miércoles si no quiere hacer saltar la banca. Antes, debe buscar goleador.