SERBIA Stojkovic, Ivanovic, Vidic, Lukovic, Kolarov, Stankovic, Milijas (Kuzmanovic, min.62), Krasic, Jovanovic (Subotic, min.76), Zigic (Lazovic, min.69), Pantelic.
GHANA Kingson, Pantsil, Vorsah, Mensah, Sarpai, Tagoe, Annan, Prince Boateng (Addy, m.90), Ayew, Asamoah (Appiah, m.73) y Gyan (Owusu-Abyie, m.90+).
Gol 0-1, m.84: Gyan, de penalti.
Árbitro Héctor Baldassi (Argentina). Amonestó a Zigic, Kuzmanovic, Vorsah y Tagoe. Expulsó por doble amarilla al serbio Lukovic (m.74).
Estadio Loftus-Versfeld. 38.000 espectadores.
pretoria. Un penalti a seis minutos del final convertido por Asamoah Gyan permitió que Ghana firmara ayer en Pretoria la primera victoria de un equipo africano en el Mundial del continente negro. Cuando el empate sin goles parecía sellado, tras un partido pobre y aburrido en el que Serbia ejerció más méritos pero exhibió una terrible falta de puntería, una ingenua mano de Kuzmanovic abrió las puertas del triunfo a Ghana, que busca repetir en Sudáfrica al menos los octavos del pasado Mundial.
Serbia, que tuvo su debut absoluto bajo esa denominación en un Mundial -en el anterior jugó bajo el nombre de Serbia y Montenegro- pretendía comenzar a borrar la actuación para el olvido de hace cuatro años. Pero dio un paso en falso. Sólo le quedó el consuelo de que el mediocampista del Inter Stankovic se convirtió en el primer jugador en la historia de la Copa del Mundo que viste tres camisetas diferentes: Yugoslavia (1998), Serbia y Montenegro (2006) y Serbia (2010).
El primer tiempo fue un larguísimo bostezo entre dos equipos físicamente fuertes pero con escasísima inventiva. En los 45 minutos iniciales no hubo una sola jugada realmente clara de gol y tanto el serbio Stojkovic como su colega ghanés Kingson lo pasaron bastante tranquilos en el arco. Ni Stankovic logró tomar el control del juego en Serbia, ni Ghana supo cómo reemplazar al lesionado Essien, su estrella. Los africanos apenas inquietaron con algún centro de Ayew y el despliegue de Asamoah.
La intensidad creció en el segundo acto. El empate en el debut no era resultaba atractivo para ninguno de los dos equipos y ambos fueron en busca de los tres puntos.. Un cabezazo del delantero Gyan rozó el poste de la valla serbia, si bien fue el equipo de Antic el que más méritos hizo para llevarse el duelo. Hasta que se quedó con diez, a los 74 minutos, por la expulsión de Lukovic. A partir de ahí, la suerte y un error infantil de Kuzmanovic, que repelió con la mano un centro aparentemente inofensivo, se pusieron del bando africano.
Gyan no falló desde los once metros y la euforia se apoderó del estadio, de Pretoria, de Sudáfrica y de todo el continente. África ya sonríe en su Mundial.