Vitoria. Haimar Zubeldia llegó a la Dauphiné Libéré con el claro objetivo de apurar su estado de forma de cara a ser uno de los miembros de la guardia pretoriana que debe escoltar a Lance Armstrong en el próximo Tour de Francia. La acumulación de kilómetros en una prueba tan exigente debía colocar al usurbildarra en una situación óptima para acometer con garantías la ronda gala, pero todos sus cálculos se estamparon ayer contra el asfalto cuando a falta de 15 kilómetros para la línea de meta dio con sus huesos contra el suelo en una espectacular montonera. Se incorporó dolorido Haimar, volvió a cabalgar en su montura y, con el cuerpo muy maltrecho, logró alcanzar la pancarta de llegada a poco más de siete minutos del vencedor de etapa, el esloveno del Lampre Grega Bole, el más rápido en un sprint desordenado y caótico en el que fue secundado por Peter Velits (HTC-Columbia) y Gerant Thomas (Sky) y que no produjo ningún cambio en la clasificación general, que sigue comandada por Alberto Contador (Astana).

Zubeldia, quejumbroso con sobrados motivos, fue trasladado de inmediato al Centro Hospitalario de Voiron y allí los rayos X, infalibles, dictaron sentencia. El corredor del RadioShack sufre una fractura de muñeca y del radio distal por lo que su objetivo de disputar la próxima edición de la Grande Boucle queda muy difuminado, convertido prácticamente en misión imposible a no ser que medie una recuperación milagrosa en el tiempo. Con ese objetivo, el corredor guipuzcoano pasó en la misma tarde de ayer por el quirófano y los cirujanos que le intervinieron le insertaron una placa que tiene como fin estabilizar la fractura y tratar de agilizar los plazos para que pueda volver a las carreras en el menor plazo de tiempo posible.

De todas maneras, los responsables del equipo que dirige Johan Bruyneel no eran ayer demasiado optimistas y reconocían que Haimar Zubeldia podrá seguir entrenando gracias a la intervención médica, aunque colocaban un gran interrogante a la hora de pronunciarse sobre la fecha en la que podrá volver a competir con garantías, por lo que su presencia en la salida del Tour es más que dudosa.