Vitoria. Seis temporadas y una Copa de Europa, además de una Supercopa continental y otra FA Cup, después, Rafa Benítez y el Liverpool han decidido separar sus destinos. Ya no caminarán juntos. El técnico, hastiado de la incapacidad de su club para competir económicamente con los equipos más potentes de Inglaterra y Europa. Los rectores del Liverpool, cansados de unas últimas temporadas en las que los resultados han ido cayendo en picado. Un acuerdo satisfactorio para dos partes que separan sus caminos tras seis años que comenzaron de manera brillante para ir perdiendo el fulgor inicial que ha dejado paso a un equipo ramplón y escasamente competitivo, sumido de nuevo en la depresión futbolística que tanto le costó abandonar.

Benítez se hizo cargo del conjunto red, además de entrenador era el manager, en verano de 2004 tras haber firmado una sensacional trayectoria al frente del Valencia. En su primera temporada consiguió recuperar parte de la gloria que el Liverpool había perdido en los últimos tiempos. La conquista de la Copa de Europa en Estambul, la quinta en la historia del club, con una trepidante remontada contra el Milan culminada con los lanzamientos desde el punto de penalti supuso un auténtico aldabonazo.

Llegarían en la siguiente temporada la Supercopa europea y la FA Cup, además de la repetición de la final de la Champions que en esta ocasión sí fue a parar a las vitrinas rossoneras. Siempre competitivo en Europa, el punto negro de Benítez fue cada año la Premier League, en la que no pudo hacer nada para evitar los triunfos de Manchester United y Chelsea, amparándose sobre todo en su inferioridad presupuestaria con respecto a sus dos principales rivales.

El cambio de propietarios en el Liverpool generó un desencuentro patente aunque nunca reconocido que ha llevado ahora a las dos partes a separar sus caminos. Rafa Benítez puede encaminar el suyo hacia el Inter de Milán, donde sustituiría a Jose Mourinho.