Vitoria. Los últimos movimientos patrimoniales llevados a cabo por parte de Dmitry Piterman, quien ve apretarse la soga de la justicia en torno a su cuello, podrían conducir a un delito de alzamiento de bienes porque el empresario ucraniano ha vendido los inmuebles que a mediados del pasado año 2008 él mismo, a través de su abogado Javier Tebas, ofreció como garantía de cobro en el contexto del proceso concursal para evitar un embargo indiscriminado del resto de sus bienes y evitar así problemas de solvencia en alguno de los negocios que tenía abiertos en esos momentos.

Tal y como adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado domingo, el 26 de marzo del presente año se registró en una notaría de Palamós la venta de 145 fincas de la propiedad de la familia Piterman en dicha localidad gerundense a la empresa Marko Prestige S.L., constituida el 26 de febrero de este mismo año y con Marichel Roshka como administradora única de esta empresa que tiene como objetivo social la promoción de edificaciones, compra-venta de edificaciones totales o parciales en nombre o por cuenta propia, construidas directamente o por medio de terceros, todo, con la finalidad de venderlas y servicios relativos a la propiedad inmobiliaria y a la propiedad industrial.

Los números registrales de esos bienes inmuebles vendidos por el empresario ucraniano el pasado mes de marzo se corresponden con las 144 fincas que componen el Apartahotel Palamós y con un local comercial sito también en la localidad catalana donde Piterman situó su base de operaciones en España.

Estas dos propiedades de las que se ha deshecho el ex dirigente albiazul conformaban la garantía de cobro que él mismo había ofrecido al Juzgado de lo Mercantil número 1 de Vitoria para evitar ser sometido a un embargo indiscriminado de sus bienes. El Apartahotel Palamós se tasó en 14,5 millones de euros de los que hubo que descontar una hipoteca de 2,7 millones para dejar un valor final de 11,8 millones, mientras que el local comercial, sin cargas hipotecarias, se valoró en 1,9 millones. En total, el conjunto de los bienes inmuebles que Piterman utilizó como garantía de pago se valoró en 13,7 millones de euros.

Estas propiedades de Piterman fueron sometidas a un embargo que finalmente no fue registrado, pero, desde el primer momento, el ofrecimiento por parte del abogado de Piterman de estos inmuebles como garantía hacía prever que los mismos no podrían ser vendidos al encontrarse bajo medidas cautelares hasta la resolución definitiva del proceso concursal.

importante condena Mediante la venta del Apartahotel Palamós y del local comercial situado en la población gerundense, ambos ofrecidos como garantías de cobro, Piterman podría haber cometido un delito de alzamiento de bienes, ya que ha transferido los bienes con los que estaba destinado a responder ante el Alavés como medio de pago si finalmente se acaba declarando su culpabilidad en el concurso de acreedores, posibilidad bastante factible una vez visto el demoledor informe de los administradores concursales en el que no queda duda que suya, y de sus acompañantes en el consejo de administración, fue la responsabilidad en el enorme agujero que se abrió en las arcas del club a lo largo de su presidencia.

Si se confirma que dichos inmuebles están sujetos a medidas cautelares porque fueron ofrecidos por el propio representante legal de Piterman para hacer un posible pago al Alavés -los mismos no se encuentran embargados porque el club no realizó el registro-, Piterman podría eludir este posible delito de alzamiento de bienes siempre y cuando el valor en el que están tasadas las fincas ofrecidas como garantía (13,7 millones de euros) sea sustituido por dinero en efectivo.

Si se demuestra que ha existido alzamiento de bienes, el empresario ucraniano podría enfrentarse a una pena de entre uno y cuatro años de cárcel y a una multa de entre doce y veinticuatro meses, además de la obligación de tener que responder con otros bienes.