Vitoria. Con la celebración de la Final a Cuatro de la Eurocup a la vuelta de la esquina, los rectores de la Euroliga empiezan a frotarse las manos ante la buena fisonomía que presentará el Buesa Arena durante el próximo fin de semana. Gracias también a la clasificación del Bizkaia Bilbao Basket y el Power Electronics Valencia, la concesión de la organización al Baskonia y a la capital alavesa tiene todos los visos de suponer un espaldarazo para una competición algo devaluada en los últimos años y con un escaso tirón entre los aficionados.

Los rectores continentales confían en que, de las más de 9.700 localidades con que cuenta en la actualidad el recinto vitoriano, al menos "tres cuartas partes" estén repletas de aficionados pertenecientes no sólo a los cuatro equipos clasificados sino también al propio Baskonia. Es decir, una cifra sensiblemente superior a la registrada en el Pabellón Palavela de Turín -sede de la Final Four de la Euroliga en 2011- durante las dos últimas ediciones, donde el excesivo cemento en las gradas obligó a una profunda reflexión del organismo presidido por Jordi Bertomeu.

Si bien fue acondicionado para dar cabida a 8.500 personas, el recinto italiano congregó un número casi irrisorio. De ahí la apuesta en esta ocasión por una ciudad donde se respira el baloncesto por los cuatro costados y un club, el Caja Laboral, con gran tradición a la hora de acoger eventos al más alto nivel, para revitalizar al hermano pequeño de la Euroliga, cuyo ganador tiene plaza asegurada para la máxima competición continental del próximo ejercicio. Por todos es conocido que la concesión a la entidad azulgrana de esta fase final de la Eurocup, y más con la futura ampliación del Buesa Arena hasta los 15.000 asientos, puede suponer a corto-medio plazo la antesala de la anhelada Final Four en el caso de suponer un éxito.

Los cálculos respecto al número de aficionados que se darán cita en el recinto alavés están todavía a expensas de las noticias que llegan desde Berlín y Atenas. El Alba y el Panellinios, rivales del Bizkaia Bilbao Basket y Power Electronics Valencia respectivamente en las dos semifinales que tendrán lugar el sábado 17, no han confirmado todavía el número de seguidores que movilizarán, aunque serán por motivos obvios los menos representados en la capital alavesa. En el caso del conjunto ateniense, sus partidos como local suelen disputarse en la más absoluta clandestinidad.

La reunión prevista mañana entre directivos de los cuatro participantes servirá para concretar la representación en las gradas de cada uno. La primera remesa de entradas que la Euroliga puso a disposición de cada equipo rondó las 400 con un precio que oscilaba entre los 75 y los 110 euros. Además de los correspondiente lotes que se reserva la organización para compromisos personales y patrocinadores, el Caja Laboral también ha bloqueado varios sectores del pabellón para sus aficionados. De momento, el club vitoriano ya ha vendido alrededor de 300 abonos. En el caso de que el Bilbao Basket obtenga el billete para la final, la riada de seguidores vizcaínos puede multiplicarse para la gran final del domingo día 18.