PESE a la gran diferencia que reflejó el marcador al final, ayervimos un gran partido en el Ogueta de Vitoria. Digno de una final.Las dos parejas jugaron a gran nivel, los cuatro pelotaris estuvieronmuy serios a lo largo de todo el encuentro, pero Yves Xala marcóla diferencia. El delantero de Lekuine no desperdició ningunaocasión y aprovechó cada una de sus oportunidades para finiquitarlos tantos. Es el detalle que da triunfos, títulos y txapelas.
Y es que Xala asumió la responsabilidad desde el principio. Vioque Zubieta se mostraba nervioso en los compases iniciales dela final y decidió tomar el mando de la pareja. Le quitó laspelotas difíciles a su compañero y le permitió lucirse con lasmenos complicadas, lo que permitió que Zubieta se asentara pocoa poco. Se vio que ambos pelotaris tenían ayer una gran compenetración,que confiaban plenamente el uno en el otro. Y eso también ayudaa ganar. Porque sabes que tu compañero va a tratar de cubrirtetodos tus pequeños errores, lo que te hace jugar más tranquilo.Y eso es lo que hicieron.
No se puede decir que los perdedores no dieran la talla. Al contrario.Laskurain realizó un partido más que aceptable desde su posiciónde zaguero, mientras que Gonzalez estuvo correcto en los cuadrosalegres. El problema es que este último no tuvo la capacidadde definición que mostró Xala y eso es muy importante a la horade decantar una final. Ahí radica la diferencia que ha decantadoel campeonato. El delantero de Lekuine demostró nuevamente quees uno de los mejores rematadores del cuadro profesional y merceda su actuación logró calarse su tercera txapela. Su compenetracióncon Zubieta resultó letal, pero no sólo ayer, sino a lo largode la toda la competición, en la que han sido los más regulares.
Desde luego, no puedo terminar el comentario sin felicitar alos campeones, porque han demostrado ser los más regulares alo largo de todo el torneo, unos dignos sucesores para mí y FernandoGoñi.
* Delantero de Aspe