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Cepo para la "gacela"
HUBO ratos en que pareció que alguien cogió el mando de la Playstation y se puso a jugar con el Barça, fue fantástico". Theo James Walcott (Newbury, 16-III-1989) también se rindió a los encantos de la orquesta blaugrana en el Emirates, aunque, a la postre, fuera su velocidad la encargada de neutralizar la ventaja culé. De hecho, a nadie se le escapa que la gacela será la gran amenaza para los de Guardiola, como reconoce el propio técnico de Santpedor: "Alguien tan capaz de bajar de los once segundos cuando corre los cien metros merece ser tenido muy en cuenta". Criado en el seno de una familia emigrante, de origen caribeño -de las Barbados-, y modesta, el chico que salió de la escuela del Reading destacó ya al inicio de su adolescencia marcando un centenar de goles en sólo 35 partidos para el equipo del pueblo donde nació. Mañana será el arma de Arsene Wenger con el objetivo de dar la campanada en el Camp Nou en Liga de Campeones.
De técnica envidiable, una debilidad en los hombros, heredada de su padre, siempre puso en entredicho su meteórica progresión, pero, lejos del estereotipo fiestero de Rooney, la bala se cuida como pocos trabajando su delicada zona en el gimnasio. Su estreno en la élite se produjo con el Southampton en 2004 -ante el Watford-, hasta que, a cambio de 7 millones de euros, recaló en el Arsenal en 2006. En la órbita de las potencias europeas, en su currículum destaca el hat-trick que anotó para la selección inglesa ante Croacia buscando el billete mundialista, así como su asombrosa cabalgada en la semifinal de Champions de 2008 frente al Liverpool.
"Aún estoy en proceso de formación y para mí fue un auténtico placer disfrutar de algunos de los mejores futbolistas del mundo", dijo tras el 2-2 ante el Barcelona sin atribuirse protagonismo alguno y adjudicando el sorprendente empate "al empuje del público y a la suerte". "Y a Almunia, de no ser por él nos habrían marcado tres o cuatro goles en los primeros minutos". Aunque durante su estancia en el campo el carril izquierdo azulgrana parecía una autopista, el francés Eric Abidal no teme al gunner: "Al fútbol se juega con balón. Para él puede estar muy bien correr como un velocista, pero la finalidad es llegar hasta la portería. Le esperaremos allí y veremos qué sabe hacer con el balón, a ver si en esa zona puede pasar ante cuatro defensas... Algo que contra el Barça no puede ser".
El propio Wenger prefiere evitar la adulación hacia su jugador pese a que no cuenta con muchas bazas más. "Es verdad que Walcott aporta cosas muy diferentes a este equipo, pero hay que saber que ante el Birmingham jugó de titular y no rindió a ese nivel", destaca el técnico, quien no renuncia a un éxito continental. "Será una tarea muy difícil pasar a semifinales, pero podemos hacerlo. Tenemos que ser audaces y no escondernos atrás". Que en las filas barcelonistas haya ausencias importantes como las de Puyol, Piqué, Iniesta y la del mismísimo Ibrahimovic quizás acrecienten las opciones inglesas en las casas de apuestas.
el corazón roto de cesc Pero la baja de Cesc pesa mucho en el Arsenal, como se demostró el pasado sábado en la Premier, donde hasta el minuto 94 no pudo doblegar, con gol de Bendtner, al modestísimo Wolverhampton. Precisamente, en su edición dominical, el Daily Mail aseguraba ayer que Sandro Rosell está preparando una oferta multimillonaria de 57 millones de euros para atar al centrocampista catalán. Mientras tanto, Fábregas no ha borrado aún de su cabeza su melancolía por faltar a tan singular cita. "Estaba desesperado por jugar contra el Barcelona. No sólo tengo rota la pierna, también tengo roto el corazón".
De apreciable técnica, una debilidad en los hombros heredada de su padre siempre puso en duda su progresión
Theo Walcott, el pasado sábado. Foto: efe