vitoria. Gasteiz ya está preparada para vivir esta tarde en Ogueta su particular domingo de insurrección. Cuatro pelotaris que no figuraban en casi ninguna quiniela disputan la final del Campeonato de Parejas de la LEP.M. Gonzalez y Laskurain contra Xala y Zubieta. Será un histórico duelo entre dos delanteros de Iparralde y los zagueros que mayor pegada y regularidad han exhibido a lo largo de casi tres meses de competición.
Allá por el mes de enero, otros eran los nombres que sonaban para pujar por el cetro del Parejas. Irujo, como denfesor del título, y el novel Beroiz; los campeones de 2008 y subcampeones de la pasada edición, Aimar Olaizola y Oier Mendizabal; el sempiterno Titín con Pascual; la pareja de los dos últimos veranos, Pablo Berasaluze y Aritz Begino; los campeones manomanistas Oinatz Bengoetxea y Rubén Beloki... También se escuchaban los nombres de Gonzalez y Xala, aunque con timidez. El askaindarra porque venía de ganar el Cuatro y Medio, su primera txapela en 12 años como profesional. El lekuindarra, porque ya conocía las mieles del éxito en el Parejas. Sin embargo, en las apuestas para disputar la final no aparecían sus nombres. Pero el tiempo y el trabajo les ha dado razones. O mejor dicho, la oportunidad de luchar por un cetro reservado para otros.
Aunque el frontón vitoriano no se llenará, algo que no ocurría desde hacía al menos tres lustros, la final se presenta tremendamente emocionante e igualada, ya que se miden dos parejas con estilos muy similares. De hecho, ambas comenzaron el torneo con dudas y derrotas, aunque alcanzan la última cita del campeonato en un óptimo estado de forma y juego. En los cuadros alegres pelearán dos zurdos rematadores de Iparralde, mientras que atrás serán dos pegadores los que rivalicen en potencia. Y es por ahí por donde muchos aseguran que se decidirá la final.
La revolución que han protagonizado los cuatro finalistas, en especial Laskurain, mucho más agresivo y ambicioso que anteriores temporadas, y Zubieta, que en 2010 se ha estrenado como titular en el Parejas, culmina esta tarde, aunque la gloria de la insurrección sólo será para una de las parejas.
l Por "ETB 1", desde las 17.00. El primer canal de Euskal Telebista retransmitirá en directo la final del Campeonato de Parejas, el segundo de un festival que se disputa en el Ogueta de Vitoria y que arranca a las 17.00 horas con un atractivo duelo interempresarial que enfrentará a Titín III y Eulate (Aspe) con Bengoetxea VI y Otxandorena. La retransmisión comenzará con el primer encuentro de la función. Además, el choque también se podrá seguir por internet a través del portal www.manista.com.
l 100 a 80 por Xala-Zubieta. De salida se cantarán posturas de 100 a 80 favorables a Xala y Zubieta, que partirán con un ligero favoritismo. Sin embargo, son muchos los que no se fían del pronóstico de la cátedra, que ha tropezado con su previsión en varios de los partidos de la presente edición del torneo, sobre todo en la liguilla de semifinales. En www.betfair.com también se paga mejor la victoria de Gonzalez y Laskurain (2,06 euros por euro apostado) que la de Xala y Zubieta (1,52 euros por euro apostado).
l Tres aspirantes. Sólo uno de los cuatro finalistas del Parejas conoce la victoria en el torneo. Xala ganó la competición en 2002 (con Lasa III) y 2007 (con Eulate), mientras que su compañero y sus rivales aspiran a su primer título en este campeonato. Gonzalez ganó el pasado Cuatro y Medio, pero hoy se estrena en una final del Parejas. Laskurain disputa su segunda final, pero la anterior la perdió (en 2008 en compañía de Titín III). Zubieta es el más novato de todos, ya que nunca antes ha disputado una final.
l Un frontis más reducido. La LEP.M regresa al Ogueta de Vitoria después de dos años de ausencia (sin contar con los partidos de la Feria de la Blanca). El frontón alavés no albergaba un partido de campeonato desde noviembre de 2008. Esta tarde recobrará la actividad con su peculiar frontis, aproximadamente 80 centímetros más reducido que los habituales, lo que hace del Ogueta un escenario muy exigente para los zagueros, sobre todo en su tarea de defender desde los últimos cuadros del frontón.