Vitoria. Uno de los principales problemas, otro más, que se le había presentado en el horizonte al Deportivo Alavés en la última semana parece haber quedado pospuesto, al menos de momento. Tras cumplirse dos semanas desde el despido de Javier Pereira, Iñaki Ocenda se sentó en el banquillo contra el Racing de Ferrol sin poder presentar ficha de entrenador por tercera jornada consecutiva al no haberse alcanzado un acuerdo de desvinculación con el anterior técnico. En circunstancias normales, este hecho habría supuesto una multa económica para el club albiazul, pero las particularidades de este caso han dejado la amonestación en punto muerto, al menos por el momento.

Tras la notificación de su despido a Javier Pereira por parte del presidente en funciones, Fernando Ortiz de Zárate, los contactos entre empresa y trabajador quedaron rotos y desde las oficinas del Paseo de Cervantes nadie se puso en contacto con el técnico pacense para negociar su finiquito hasta que no se produjo el desembarco en el club del nuevo accionista mayoritario, Alfredo Ruiz de Gauna.

Con la espada de Damocles de la multa sobre su cabeza, el propietario del Grupo Bidasoa comenzó a realizar gestiones para intentar que el despido del anterior técnico fuese lo menos oneroso posible para la entidad y, tras un acto de conciliación que se resolvió sin éxito en la sede de la Federación Española de Fútbol, le envió un burofax a Pereira instándole a regresar de manera inmediata a su puesto de trabajo.

Con esta readmisión, no aceptada por Pereira, entiende el ente federativo que existe una negociación abierta entre las dos partes para intentar llegar a un acuerdo económico, por lo que no se ha notificado aún ninguna sanción por la ausencia de entrenador en el último compromiso liguero disputado contra el Racing de Ferrol.

Mientras tanto, otras negociaciones que también se han abierto son las de la mejora de las condiciones de trabajo, sobre todo a nivel económico, de Iñaki Ocenda. El actual entrenador del primer equipo del Alavés dirigía hasta hace poco menos de un mes al equipo cadete. Una vez confirmada su continuidad en el banquillo por parte del nuevo accionista mayoritario, el contrato del preparador vitoriano será revisado y mejorado para adecuarlo al nuevo cargo de responsabilidad que ocupa dentro del club. Así las cosas, se espera un pacto satisfactorio para la próxima semana.