acapulco (méxico). Carlos Moyá, que llegó a ser el mejor tenista del mundo en el mes marzo de 1999, aseguró ayer que no está acabado como jugador, pero ya no espera ganar un torneo Gram Slam como hizo en Roland Garros en 1998. "No estoy acabado, aunque ya no espero ganar otro Grand Slam, si mi nivel fuera bajo no le habría ganado hoy (por ayer) un set y habría tomado ventaja en el otro ante el francés Richard Gasquet, un hombre situado en el 54, pero que merece estar más arriba", dijo Moyá, poco después de ser eliminado en el Abierto de tenis de Acapulco.
El mallorquín, de 33 años de edad, estuvo inactivo por lesiones gran parte de la pasada temporada y debió someterse a una cirugía en el pie, sin embargo, en Acapulco tuvo ante Gasquet destellos del tenis que mostró en sus mejores momentos, aunque no pudo cerrar y perdió 4-6, 6-3, 6-2.
"Ahora las metas son diferentes, busco sentirme jugador de nuevo, salir como hoy a la pista central en algunos torneos y si juego al nivel que he mostrado en los entrenamientos, pudo subir mucho el ránking", señaló.
Conmovido porque los organizadores de Acapulco le regalaron un cuadro con imágenes de sus triunfos en los años 2000 y 2004, dijo que el certamen del Pacífico Mexicano marcó su carrera y de ninguna manera el homenaje significa una despedida. "No he anunciado que sea mi último año, aunque a estas alturas cada vez que voy a algún lugar, sé que puede ser por última vez; mi futuro depende de mi rendimiento. No quiero participar con invitaciones, sino ganarme mi lugar y espero jugar bien durante semanas enteras para quizás acercarme al 50 del mundo", dijo.
Moyá es sobre todo un especialista en cancha de arcilla, en la que ganó su Grand Slam, sin embargo dio poca importancia a que los organizadores de Acapulco hablen de cambiar la superficie del torneo a cemento. "Para mí no significa nada, a Acapulco vendré aunque se juegue en hielo", bromeó.
Moyá ha sido mencionado como modelo por varios jugadores españoles de la generación encabezada por Rafael Nadal y Fernando Verdasco, situados en el "top 10" del mundo, sin embargo hoy quitó importancia a su influencia sobre ellos y dijo que brillan como consecuencia de su trabajo y su talento.
"Es difícil hablar de mí mismo, ellos han trabajado duro y construido su camino", concluyó el veterano tenista español.