vitoria. Su alto nivel de exigencia impide a Javier Ruiz de Larrinaga poner una matrícula de honor a la recién terminada temporada. "Satisfecho" por el curso realizado, en el que ha sumado nueve victorias parciales, entre ellas el Campeonato y Copa de España, pero "con un sabor agridulce" ya que el broche del curso no fue el deseado por culpa de su papel en el Mundial, en el que acabó en el puesto 45º. "Se me ha quedado mal sabor de boca", apuntó ayer el de Amezaga.

El ciclista alavés reconoció durante el balance de la temporada que en la cita mundialista le pudieron "las circunstancias". "Iba con tanto miedo y tan despacio, que no tuve caídas. No me hubiese importado haberme caído más, pero estuve atenazado", se reprochó a sí mismo.

Fue su único lunar. El resto del ejercicio fue brillante. "Mejor imposible", apuntó el de Urteaga-Spiuk. El hecho de haber podido igualar prácticamente los mismos triunfos de la exitosa pasada campaña cubrieron las expectativas del de Amezaga. "Al principio, decíamos que iba a ser imposible repetir lo del año pasado y casi al 100% lo hemos hecho", se felicitó.

Además, ha mejorado su nivel en citas internacionales, su gran objetivo de la campaña que acaba de terminar. "Aunque parezca mentira he mejorado. Técnicamente he ido a más y en las pruebas de la Copa del Mundo me he visto mejor", destacó.

Ése es su reto para el futuro. Seguir creciendo. Sobre todo a nivel mundial. La espina que aún tiene clavada. La cita de Tabor no fue cómo esperaba y le ha impedido poner la guinda al pastel. "En algunos momentos no he andado como esperaba", lamentó.

Eso sí, Loyo quiere pasar página cuanto antes. "Le he dado muchas vueltas, pero sé que hay que darle las justas, aunque se ha visto que a día de hoy no estamos al nivel para estar más arriba", apuntó. Ha dado un paso, pero quiere dar más. Es ambicioso para el próximo curso. "No puedo relajarme", considera. Y es que como reconoce, "en algunos circuitos no he estado a la altura".

Sus principales problemas han llegado en trazados con barro y en el de Tabor, donde no se adaptó al hielo. Para no sufrir tanto en este tipo de terrenos, Javi Ruiz de Larrinaga tiene claro lo que debe hacer para el futuro. "Trabajar, trabajar y trabajar". "Tengo que mejorar la carrera a pie y entrar con más decisión", añadió al respecto.

Son sus deberes para el próximo curso. Un curso en el que Ruiz de Larrinaga espera dar de nuevo un paso adelante. "Quiero correr más pruebas de la Copa del Mundo y salir más al extranjero para poder seguir mejorando", precisó. Eso sí, para ello hace falta que las casas comerciales, a las que ayer agradeció su apoyo, sigan a su lado.