DONOSTIA. El filial del Villarreal subió la pasada temporada de Segunda B y como en las cuatro últimas décadas los donostiarras no han frecuentado otra categoría que la máxima del fútbol español, la estadística debe de ceñirse a los enfrentamientos en Castellón con el conjunto nodriza.

La Real ha viajado en los últimos once años en ocho ocasiones a Villarreal con un positivo balance para sus intereses ya que únicamente han perdido en dos ocasiones, por tres triunfos y otros tantos empates.

El segundo equipo del poderoso Submarino Amarillo se muestran fuertes en su campo, donde han perdido un único partido, y esa fortaleza, acompañada de buen juego, es fuente de preocupación para Martín Lasarte.

Los encuentros contra los filiales históricamente no suelen ser el fuerte de los realistas que, la pasada temporada sin ir más lejos, se pegaron un histórico batacazo contra el Sevilla B en la capital hispalense (1-0) que levantó ampollas. El Villarreal es el único club actualmente que tiene equipo en Primera y Segunda División.

La Real ha mejorado sus prestaciones a domicilio tras caer consecutivamente ante Levante (1-0) y Hércules (5-1), lleva tres choques seguidos sin perder, con un balance en positivo tras enlazar dos empates y vencer al Castellón en su última salida.