jUGAR en menos de 48 horas dos partidos contra adversarios de la entidad de Maccabi y Joventut, y además en su casa, era un gran reto para este Baskonia que tenía que demostrarse a sí mismo que podía ser competitivo lejos de Vitoria contra contrincantes de entidad. Todos podemos entender la complejidad que conllevaba el ser igual o más competitivo en Badalona tras la exhibición y el desgaste físico demostrado en Tel Aviv. Sobre todo en el plano mental. Noté en ciertos jugadores que les costó tener esa ambición por jugar y por ser competitivos todos los días. Buscan cualquier excusa banal para evadirse de sus responsabilidades. Y una de las excusas más utilizadas es la del entrenador, que no le entiende o que le exige en demasía. Lo que desconocen y deben ser conscientes es que el competir afina y acelera la puesta a punto. Y a este Caja Laboral con tantos cambios con respecto al año pasado y desgracias en forma de lesiones no puede permitirse dejar pasar ninguna oportunidad de competir. Las ganas por competir y ser generosos en el juego deben ser valores compatibles y son un claro ejemplo de equipo solidario. El querer mejorar no debe suponer estrés o angustia. Debe ser un empeño diario tratado con naturalidad, sabiendo que habrá dificultades y que hay que ser constantes. Todos sabemos de la ambición y la excesiva exigencia de Ivanovic por la búsqueda de la perfección, que puede afectar al autoestima del jugador, pero creo personalmente que todo lo contrario, la excesiva indulgencia, es decir, perdonar o disminuir la responsabilidad, es mucho peor. El partido contra el Joventut vía Tel Aviv sin pasar por Vitoria era un estímulo lo suficientemente importante para elevar e incrementar la competitividad colectiva. Desde el salto inicial se vio que a ciertos jugadores les pesaban las piernas para defender pero no para atacar. Primer signo de falta de competitividad. El primer cuarto fue de tanteo, sin tener que realizar tiros forzados, con unos porcentajes de tiros de campo elevadísimos en ambos equipos (por encima del 60%) con fáciles penetraciones fundamentalmente por el nulo trabajo defensivo, y centraron todos los sentidos en el ataque. No debe ser el tipo de defensa que caracteriza a dos equipos que marchan tercero y quinto en la clasificación. A partir de ahí pudimos ver dos grupos que mejoraron en defensa con alternancia en la iniciativa del partido. Ésta ha sido una semana importante desde el punto de vista resultadista donde cada integrante de la plantilla debe reflexionar para saber hasta donde quiere llegar esta temporada.