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los dos saldrán al ataque, será un intercambio de golpes en busca del K.O. como ocurre con combates de los pesos pesados". La reflexión pertenece al metódico y ordenado Abel Barriola, el pelotari que padeció a Martínez de Irujo en la final de la jaula de 2006 y el que ha acompañado a Sebástien Gonzalez en las últimas dos ediciones del Campeonato de Parejas. Conoce el leitzarra, un estudioso del juego, al centímetro a cada uno de ellos por eso cree que "no renunciarán a lo que son". El toque de corneta, el desenfreno atacante, la exuberancia rematadora, es el único lenguaje que hablan a quemarropa Martínez de Irujo y Sebástien Gonzalez cada vez que discuten un asunto pelotístico y el de esta tarde en el Atano III de Donostia (17.00 horas, ETB-1) es un acontecimiento de extraordinaria solemnidad: la final del Cuatro y Medio.

Acuden ambos al desenlace del torneo colgados de una receta irrenunciable en la que compaginan velocidad y fuerza. "Juan y Sebas son los dos pelotaris que más velocidad le dan al juego y a la pelota", sopesa el zaguero de Leitza cuando perfila a los dos finalistas, que alcanzan el duelo definitivo tras una andadura firme, que se ha expandido geométricamente a medida que llegaba el gran día. "Los dos son muy parecidos en el sentido de que no se quedan esperando, de que van siempre a buscar la pelota. Son muy explosivos y siempre dan el paso adelante sin pensar en la defensa. No les verás recular para esperar la ocasión precisa. Atacan siempre que tienen oportunidad. Buscan hacer daño continuamente con un pelotazo brillante, rompedor, que les coloca en una situación ventajosa para tumbar al contrario", concreta Barriola. El K.O. como origen y final.

al ataque Asoma en Donostia, un frontón que propicia el juego de ataque, el trazo de un duelo de rompe y rasga, disputado desde la marejada de las entrañas, desde el pálpito del corazón, desde el entusiasmo del alma, alejado de la cocción a fuego lento, de la arquitectura, de lo cerebral. "Con la fuerza que tienen y la velocidad que le dan a la pelota no saldrán a madurar el tanto porque no va con ellos. En cuanto vean el hueco no tendrán dudas de jugársela", recalca Abel, que espera que el partido "se rompa a uno u otro lado. No creo que sea muy igualado. Pienso que se decantará para uno otro lado" sin demasiados circunloquios porque ni Juan ni Sebástien están dispuestos a renunciar a lo que son, a su naturaleza asalvajada, a su incontenible desparrame atacante, a su inconformismo, a su temeridad, a su arrojo, a sus aciertos y a sus equivocaciones. "Soy así y no voy a cambiar", lanza Martínez de Irujo siempre que se le exige algo de pausa como fórmula para ganar en efectividad. "Me ha ido bien siendo como soy en la cancha", responde el navarro como argumento disuasorio.

No le falta razón al delantero de Ibero, un coleccionista de txapelas, un depredador absoluto desde que emergiera en el profesionalismo en 2003. "He jugado diez finales y he ganado siete, así que creo que tampoco me ha ido tan mal", resume con un barniz irónico sobre la lana que tapiza su estupenda vitrina, en la que se agolpan tres coronas del Manomanista, otras tantas del Parejas, y una del Cuatro y Medio. Gonzalez, con la sala de trofeos famélica, prácticamente vacía (fue campeón del Manomanista de 2ª en 2000), parte con enorme voracidad en busca de su primera txapela grande a pesar del calado del cónclave o tal vez por ello tampoco tiene la tentación de traicionarse, de convertirse en lo que no es. De no ser Sebástien. "Me gusta el espectáculo y siempre he jugado al ataque. Para lo bueno y para lo malo soy así. Es lo que más me gusta". Agarrado a esa filosofía el azkaindarra ha dado otro paso al traspasar la frontera de las semifinales.

apóstoles del espectáculo Unidos ambos por el cordón umbilical del espectáculo como manera de negociar cualquier situación por ceremonial que esta sea, se espera una pugna sin resuello, a todo trapo y con intercambio de directos como fundamento. "Son pelotaris de romper, de un juego explosivo, muy veloz, e intentarán basar su juego principalmente en el ataque", vaticina el leitzarra, que considera que la llave que abre la caja fuerte en la que descansa el trofeo, caerá en el bolsillo del pelotari que menos se equivoque trazando el recorrido a semejante velocidad. "Jugando tan rápido como lo hacen ellos, a un ritmo tan alto es mucho más fácil equivocarse porque se tiene menos tiempo de preparar el golpe, así que el que menos errores no forzados cometa se llevará el partido porque los forzados llegan principalmente por el acierto de uno u otro".

Les persigue al delantero de Ibero y al azkaindarra la lacra, a modo de leyenda, de la acumulación de errores debido a su precipitación, a sus cortocircuitos, pero en escasas ocasiones asoman en las estadísticas los errores que hacen que cometan sus rivales ante la velocísima sucesión de fotogramas que propaga su manual de estilo, algo así como un partido sin paradas ni fondas, a cámara rápida. "Son dos pelotaris que obligan mucho a sus rivales y de hecho han llegado a la final porque nadie ha sido capaz de jugar a un ritmo tan elevado como ellos", sopesa el zaguero de Leitza, que opina que ambos han ganado poso y cuajo a la hora de minimizar el lastre de los fallos. "En este campeonato se ha visto a un Gonzalez más seguro sin tantas equivocaciones. Ha mejorado mucho la derecha y está eligiendo bien las pelotas a las que debe entrar aunque evidentemente siempre guardando su esencia. Juan tampoco ha cometido errores de bulto en el torneo. Los dos han ido de menos a más y llegan en un buen momento de juego".

la experiencia de irujo Sucede que las finales también se juegan desde la cabeza, desde la gestión anímica, desde el gobierno de los nervios, y por ese flanco cree Barriola que Martínez de Irujo, que posee un mayor virtuosismo desde la trinchera, amanece con ventaja a pesar de que en el duelo de la liguilla de semifinales que midió a ambos Gonzalez tumbó a Irujo en un agitado y excitante partido en Zarautz por 22-19. "Quieras o no Juan está más acostumbrado a este tipo de partidos y suele ser más constante que Sebas, que se suele salir de los partidos y eso en una final es muy peligroso. De todos maneras el que se despiste, sea con quien sea, con la capacidad atacante que tienen los dos, lo tendrá muy complicado para poder ganar", desgrana el zaguero de Leitza que observa en Gonzalez como principal cualidad "la fuerza que tiene y la velocidad que es capaz de imprimir a la pelota y en el juego", mientras que cuando describe al de Ibero aprecia "al pelotari más completo de la actualidad. Juan maneja todas las posturas, tiene muchísima fuerza y también mueve la pelota con mucha velocidad, pero sobre todo es muy mañoso. Es capaz de hacerte daño con cualquier golpe y eso es una garantía en esta clase de partidos en los que hay tanto en juego". Y esta tarde el botín del Atano III es suficientemente valioso, glorioso, como para que Martínez de Irujo y Sebástien Gonzalez se planteen el K.O. como origen y final.