Aunque ya se ha producido algún adelanto en acústico en la capital alavesa, la banda gasteiztarra Izaki Gardenak presenta este jueves de manera oficial en casa su nuevo trabajo discográfico, Orube. La cita es en un espacio que los de Jon Basaguren conocen a la perfección, una sala Jimmy Jazz en la que siempre dejan el listón por todo lo alto.

En esta ocasión, el espacio de la calle Coronación va a abrir sus puertas a las 21.00 horas. No habrá teloneros, así que toda la atención se centrará desde el primer momento en el grupo alavés, que comenzará su actuación unos 30 minutos después. Todavía quedan algunas entradas a la venta para poder asistir.

A la actuación, la formación impulsada y liderada por Basaguren llega después de haber comenzado el año y la gira de su nuevo disco en Hendaia, Abadiño, Bilbao y Villaba. Tras actuar en su ciudad, la senda va a seguir por Donostia, Azpeitia y Oñati.

Eso, claro está, de momento. Junto al compositor, cantante y guitarrista, en el tour están tomando parte Aitor Agirre (bajo), Joseba Baleztena (guitarra y voz), Dani Arrizabalaga (batería) y Libe Kortazar (teclados y voz), es decir, los sospechosos habituales.

Retomar el camino

Con Orube, Basaguren ha vuelto a recuperar el camino de Izaki Gardenak tras unos años de paréntesis, un parón que llegó cuando Dena oskol, su anterior álbum, no se pudo despedir en condiciones del público por la aparición de la pandemia. De hecho, dentro de poco se cumplirán cinco años de aquel concierto en streaming que el grupo dio desde Jimmy Jazz para cerrar la senda.

El propio Basaguren ha contado en este tiempo que tras poner punto final a su anterior referencia, no sentía el impulso de componer para Izaki Gardenak. En esto, además, surgió el proyecto de Pasadena, con el que ha estado trabajando y girando en esta primera parte de la década, paso por festivales como el Azkena Rock incluido. Pero hace ya unos meses, el creador volvió a sentir un impulso que se ha terminado transformando en su actual disco.

Son ocho las canciones que dan forma y fondo a un trabajo registrado en los estudios andaluces La Mina con Raúl Pérez a los manos técnicos. Hasta allí se trasladó Basaguren junto a su banda. Junto a ella se ha construido un disco que “sigue siendo Izaki Gardenak” pero que quiere dejar atrás formas de hacer ya conocidas. El músico y sus acompañantes de aventura han querido investigar y probar para “buscar otros sonidos y otros lugares”.

Lo sencillo sería volver al patrón de hace seis años y, como si nada hubiera pasado, repetir la fórmula. Pero ante el solar que se ha presentado ante el músico, él ha querido arriesgar y saber aprovechar la oportunidad.

Jausi bitartean, Baimen gabe y Gauerdian goibel dantzan son algunos de los títulos nacidos de este proceso de juego e investigación, sobre todo en un sonido en el que los solos de guitarra pasan al fondo del escenario. “Lo que intento es hacer mi camino y ser fiel a él. Para mí es el mejor disco que hemos hecho y con diferencia”.

Con el arranque de este año están llegando los primeros conciertos en salas, tras el acústico que Basaguren ofreció en Izaskun Arrue Kulturgunea a finales de 2024. A buen seguro, este 2025 vendrá cargado de más actuaciones, aunque siempre es especial hacerlo en casa.